VIDEOS. Pantín Classic 2012 #1.

Hace unos días que me he puesto con los vídeos de la última edición del Pantín Classic, la del 25 aniversario.

Este año, en lugar de editar varios vídeos independientes, lo tengo en mente es montar varias partes, que unidas, acaben formando un conjunto con sentido, y que se pueda ver como un repaso de la última edición, y un resumen de los 25 años de historia del campeonato. A ver que sale.

MÚSICA. Yo la tengo.

Llevo algo más de una semana comenzando el trayecto hacia el trabajo con "Ohm" sonando en los altavoces del coche. No estoy muy seguro de cómo esta canción estará influyendo en mi buen estado de ánimo de estos días, pero lo que sí tengo claro es que su ritmo acelerado y optimista tiene algo que ver con el modo en el que uno afronta el día.

Yo La Tengo es uno de mis grupos preferidos. Siempre me ha gustado de ellos el amplio abanico de estilos que puedes encontrar en su música. Esto les ha llevado, y sin que falten sus propias señas de identidad, a que todos sus discos se encuentren llenos de sorpresas. Dicha variedad tiene reflejo, evidentemente, en sus conciertos, que bien pueden entenderse como un recorrido por la historia de la música popular, desde el folk al rock, pasando por la música más avanzada, y con paradas en todas las vertientes existentes entre estos estilos. 

Así que "Fade", desde ahora uno de mis discos preferidos de su discografía, se ha convertido en mi banda sonora durante este mes de marzo.

HISTORIAS. Parafina.co

La vida y los sueños. 

Una de las cosas en la que deberíamos de poner todas nuestras energías es en lograr que nuestros sueños se hagan realidad. Pero no siempre es fácil. A veces, además de ingenio, es necesario tener valor. Y tal vez por eso, a veces, no lo hacemos. Es por ello que siempre he sentido admiración por aquella gente que es capaz de lanzarse a intentar hacer realidad sus sueños.

Aunque apenas lo conozco, creo que este puede ser el caso de Carlos, quien tras un tiempo dándole vueltas a una idea, y mucho trabajo, ha logrado hacer realidad uno de sus sueños.

Basada en el principio de "si quieres algo, hazlo tú mismo", nace Parafina.

Tal vez algunos pensarán que se trata de una marca más. Pero sinceramente creo que Parafina nace con la idea firme de trascender a través de la creación de algo diferente, único, con un sentido, y siguiendo los criterios de calidad y responsabilidad más serios. Sólo hay que darse una vuelta por su página para darse cuenta de ello. Cada camiseta, y cada dibujo, tienen un por qué y una idea detrás, que hacen que sus diseños estén llenos de contenido.

He tenido la fortuna de que Carlos haya elegido una de mis fotos para la presentación de su web. Una foto en la que salen algunos de mis amigos, reunidos alrededor de una hoguera. Y como muestra de agradecimiento, el otro día me llegaba a casa una de las camisetas de Parafina: la de la Oficina de Flipados por las Olas. Además de la camiseta, lo que realmente me dejó flipado fue la presentación del paquete, una clara declaración de intenciones sobre lo que se quiere que sea Parafina.

Para celebrar el estreno de la página de Parafina.co, puedes ganar la camiseta que más te guste, de su colección para este verano, pinchando AQUÍ.

HISTORIAS. El balance de la limpieza.

Hoy por la mañana nos levantamos especialmente atentos y preocupados por la previsión. Los partes decían que no llovería en todo el día, pero por lo que anunciaba el horizonte parecía que no iba a ser así. Pero ya no había vuelta atrás. Además las cosas no pintaban mejor para los próximos días, por lo que la decisión estaba tomada: hoy haríamos la limpieza de todas maneras, por mucho que lloviese. Lo que sí, y con este mal tiempo, nos imaginamos que posiblemente no fuese a venir mucha gente. Nuestra media de los últimos años había sido de 20-25 personas, pero lloviendo, nos esperábamos una asistencia menor.

Pero a las 12, la hora que habíamos fijado para la limpieza, la gente empezó a llegar puntual. Brais, Kiko, Betty, Carla, Bea, Nestor, Cris, Marti, Álvaro, Félix y Sofia fueron los primeros. A pesar de que llovía a la gente se le veía motivada. Hicimos el primer viaje hacia los contenedores, cargados con los primeros kilos de basura, y allí nos encontramos a Alex que nos anunciaba que toda la gente de The Camp estaba de camino: habían adelantado las clases para unirse a la limpieza. Pronto éramos ya más de 30 personas limpiando en la playa. Y poco a poco fue viniendo aún más gente: Victor, Vicente, Antón, Juan, Manu, Francisca, Fini, Inés, Martín, Ángel, Carol, ...., hacia tiempo que no recordaba a tanta gente limpiando juntos en la playa.

El trajín de cajas, contenedores y bolsas llenas de basura fue continuo. La carretilla no paró en un sólo momento, y muchos estaban sorprendidos de la cantidad de basura, que en tan poco tiempo, se estaba recogiendo. En poco más de hora y media se llenaron 8 contenedores de 1,5 metros cúbicos de residuos: principalmente plásticos.

Desgraciadamente la lluvia no dejó de caer, y de hecho, a partir de la una, aumentó de intensidad. El que la gente hubiese permanecido, a pesar de la lluvia, más de una hora limpiando, dice mucho de su motivación. Con la gente empapada, sobre todo los más pequeños, era momento de parar y hacernos la foto de grupo como recuerdo de un gran día de limpieza.

Agradecer desde el Océano Surf Club a todos los voluntarios su ayuda y participación en la limpieza, y en especial a toda la gente de The Camp. Sinceramente hoy me he llevado una gran alegría cuando los he visto llegar, y he de felicitarse por querer introducir actividades medioambientales entre las materias que se enseñan en la Escuela.

HISTORIAS. Algunas fotos de antes de la limpieza.

Hoy por la mañana bajé pronto a dar una vuelta por la playa para ver como estaba de cara a la limpieza. Creo que van a sobrar plástico que recoger.

HISTORIAS. ¿Por qué es importante ir a limpiar?

La primera vez que una delegación de Surfrider Foundation visitó Galicia fue en el año 1998, durante la celebración de la onceava edición del Pantín Classic. Al contrario de lo que se pueda pensar, el principal motivo de la visita no fue el dar a conocer la organización en Galicia, aprovechando que se celebraba una prueba del circuito mundial de surf. La delegación había venido hasta aquí por otra cuestión.

Desde hacia un tiempo los responsables de Surfrider estaban preocupados por algo que venían observando: en los últimos meses, y de manera continuada, estaban llegando a las playas francesas, un volumen considerable de residuos cuyo origen parecía encontrarse en Galicia, a más de 700 km de su costa. Esa tenía que ser la única explicación posible a la aparición, en una gran cantidad, de recipientes, bolsas de plástico, ... de establecimientos de A Coruña, Santiago, ..., en las playas de Las Landas. Así aquel otoño cogieron un coche y se acercaron hasta aquí para comprobar que pasaba. 

A las afueras de la ciudad de A Coruña encontraron la respuesta: la montaña de residuos que se acumulaba en el antiguo vertedero de Bens, hacía dos años que había colapsado, y como una gran ola que arrasa todo a su paso, avanzó en su caída hasta llegar al mar. Desde allí, arrastradas por la corriente, 200.000 toneladas de desechos flotantes se esparcieron por toda la costa cantábrica hasta llegar a Francia.

Y todo ésto lo cuento para mostraros, con un ejemplo cercano y más o menos reciente, lo que está pasando en todo el mundo: existe un descontrol total sobre los residuos que se vierten al mar.

Aquí en Galicia, contribuimos por ejemplo, con la falta de depuración de muchas de nuestras ciudades, que siguen vertiendo sus aguas sucias a los ríos y las rías, sin ningún tipo de tratamiento previo. ¿Por qué creéis sino que en una playa podemos encontrar tantos bastoncillos para los oídos?

Pero si esto pasa en el mundo llamado desarrollado, imaginaros lo que puede estar ocurriendo en otros países donde las prioridades, y las necesidades, son otras más básicas. La magnitud del problema es enorme. Se ha llegado a calcular que en todo el mundo se vierten 206 kg de residuos, por segundo, al mar. 

La acción que vamos a acometer mañana evidentemente no va a resolver el problema. Es más, con el temporal anunciado para este fin de semana, posiblemente el domingo haya más residuos acumulados en Doniños que los que había antes de que nosotros hubiésemos comenzado la limpieza. Pero el objetivo de la campaña es otro, y va más haya de retirar unas cuantas miles de toneladas de basura de las playas. Al plantearla como una acción global, que se desarrolla de modo simultáneo en todo el mundo, se consigue, al menos durante un fin de semana, que se hable sobre el tema y que la cuestión se mantenga en la lista de temas a resolver algún día.

Por eso creemos que es importante participar en esta campaña de limpiezas, y por eso la llevamos organizando 14 años. Se ha de mantener la tensión para que éste no sea un tema olvidado más.

Nosotros os esperamos mañana en Doniños, en la limpieza organizada por el Oceáno Surf Club, a partir de las 12:00 horas, en la zona de Outeiro.

HISTORIAS. Últimos consejos.

Quedan sólo dos días para la limpieza que, el próximo sábado 23 de marzo a partir de las 12:00 horas, tendrá lugar en la playa de Doniños. En los últimos días, hemos intentado compartir nuestra experiencia de los últimos años para que otros organizadores y voluntarios conozcan una serie de consejos prácticos que creemos les ayudarán a que la limpieza sea más efectiva. Los de hoy serán los últimos.

Caminar por la playa cargamos con 10 o 15 kilos de peso puede llegar a resultar cansado. Pero si además hemos de repetir el mismo proyecto varias veces, puede ser agotador. Es por ello que durante la limpieza hemos de intentar reducir al máximo la distancia que recorremos con peso. 

Antes de ponernos a limpiar es importante pensar sobre cuál va a ser el recorrido y sentido de avance que seguiremos en la playa. Para reducir al máximo la distancia que recorremos cargamos, lo mejor es alejarnos de los contenedores, que serán nuestro punto de retorno, sin recoger nada. Una vez que hayamos llegado a la zona en la que decidamos empezar a limpiar, hemos de avanzar hacia los contenedores, recogiendo aquello que nos vayamos encontrado, sobre todo plásticos.

Si como ocurre en Doniños existe un paseo marítimo que discurre paralelo a la playa, una buena opción es, una vez que tenemos nuestras cajas o bolsas llenas, acceder al paseo y caminar por éste. Será más fácil, ya que el pavimento firme del paseo nos dará mejor apoyo que la arena. Acordaros que no debemos cruzar a través del espacio dunar, salvo que utilicemos los accesos que están habilitados. En el paseo os podéis ayudar con una carretilla para, en un sólo viaje, llevar un buen volumen de residuos hasta los contenedores. Nosotros la usamos por primera vez el año pasado, y nos ahorró un montón de trabajo.

Finalizada la limpieza hay una cuestión fundamental que no hemos de olvidar. Es muy importante que el Concello, en donde se ubica la playa, sea conocedor de que hemos ido a limpiar para que pase a retirar, lo antes posible, todo lo que hemos recogido. En ocasiones los contenedores existentes no son suficientes para alojar todo lo limpiado, y parte de lo recogido ha de quedar fuera, expuesto no sólo a la acción del viento. Es importante por tanto, que los servicios de limpieza municipales vayan a retirar todo cuando antes, para evitar que parte de los recogido vuelva a la playa.

La limpieza de playas organizada por el Océano Surf Club, dentro de la campaña Iniciativas Océano de Surfrider Foundation, tendrá lugar el próximo sábado día 23 de marzo, a partir de las 12:00 horas, en la la playa de Doniños, zona de Outeiro.

HISTORIAS. ¿Cómo recoger?

El domingo pasado hablábamos en desdelacroa de lo importante que es seleccionar lo que recogemos en una limpieza de playa. Al fin y al cabo ese es el objetivo. Pero también es importante pensar en cómo lo hacemos. Así que tras hablar ayer de dónde limpiar, hoy es momento para reflexionar sobre con qué limpiar.

Descartadas las máquinas, lo único que nos quedan son nuestras manos y nuestro esfuerzo, ayudados por recipientes en los que trasladaremos lo recogido. Lo más sencillo, y habitual, es recurrir a las bolsas de plástico. Son baratas y, las más grandes, permiten recoger un importante volumen de residuos en su interior. Pero si lo pensamos, estamos empleando, y consumiendo, plástico, precisamente el material que principalmente recogemos, lo que es toda una contradicción. Si ésta es nuestra única opción, hemos de ser conscientes que con la limpieza estamos generando también residuos, y por tanto, hemos de intentar emplear las menos bolsas posibles, haciendo varios viajes con ellas tras depositar lo recogido en el interior de los contenedores.

Pero afortunadamente hay otras opciones.

Existen bolsas fabricadas a partir de fécula de patata como las que distribuye Surfrider en sus kits de limpieza. Se trata de un material biodegradable, cuyas materias primas son naturales. Pero la realidad, y para una limpieza de playa, es que estas bolsas resultan poco resistentes y se rompen fácilmente, sobre todo si se introducen objetos punzantes en su interior, por lo que no admiten ni mucha carga ni varios viajes.

Otra alternativa es emplear los propios objetos que estamos recogiendo en la playa para trasladar la basura. Seguro que encontraremos cajas, bidones rotos, ..., que nos pueden ayudar a trasladar otros objetos más pequeños. Sería lo ideal. Pero estos objetos no suelen ser demasiado habituales, y su estado a veces no permite transportar muchos objetos.

La alternativa que os proponemos en desdelacroa es emplear cajas de cartón como las de las fruterías. Son resistentes. Permiten recoger un volumen considerable de residuos, además de que resultan cómodas de transportar. Son además reutilizables. Gracias a su resistencia, podemos realizar varios viajes con ellas, vaciando su contenido en el contenedor. Y además, al terminar la limpieza, las podemos depositar en el contenedor del cartón para que sean recicladas. Tu frutero, en lugar de tirarlas, te las regalará encantado. Los míos, Isabel y Antonio, lo llevan haciendo desde hace 5 años.

HISTORIAS. ¿Dónde limpiar?

Si ayer hablábamos sobre cuales son los residuos que debemos de retirar en la limpieza, hoy toca dar respuesta a de dónde hemos de retirarlos. De nuevo una pregunta cuya respuesta parece sencilla, pero que en realidad no lo es tanto. 

Las playas son ecosistemas muy complejos y delicados. Además existen muchos tipos distintos de playa. No es lo mismo una playa de arena que otra de cantos rodados. O una al pie de un acantilado, que un arenal con un sistema dunar asociado. Y ya no hablemos de las diferencias entre una playa urbana y otra salvaje. Aunque parecidos, se trata de ecosistemas totalmente distintos, y es necesario entenderlo para actuar según las particularidades de cada zona.

Como nuestra limpieza será en Doniños, daremos una respuesta que es válida para cualquier playa con un espacio dunar asociado, que además aquí en Galicia, y sobre todo en la zona de Ferrol, son bastante comunes. Para playas de otro tipo, estas recomendaciones tal vez carezcan de sentido, pero espero que sirvan al menos como reflexión de lo importante que es analizar, ante una acción de este tipo, todos los aspectos que intervienen en la misma.

Para empezar es necesario que distingamos entre las diferentes zonas en las que podemos dividir una playa de este tipo, que son, y de modo resumido, fundamentalmente dos: la superficie afectada por la carrera de marea, y el sistema dunar. En ocasiones resulta complicado, y más en invierno, diferenciar donde está el límite que separa ambas zonas, ya que los grandes temporales suelen alcanzar las zonas más expuestas de los sistemas dunares. Pero por establecer una división que sea fácil de distinguir, podemos considerar que el espacio dunar comienza allí donde apreciemos la presencia de vegetación, aunque éstas sean zonas que puedan ser alcanzadas por las olas.

Diferenciadas ambas zonas, la respuesta a la pregunta inicial de dónde limpiar es sencilla: no hemos de limpiar en la zona dunar. 

¿Y por qué? 

Los sistemas dunares son uno de los ecosistemas más frágiles que existen. De modo normal están expuestos a la acción de los temporales y a la erosión, pero también a una fuerte salinidad. Son además terrenos pobres, con escasa materia orgánica, ..., por lo que la vegetación que nace en ellos, si bien es resistente a estos factores, es en realidad una vegetación muy frágil que no está preparada para ser pisada por varias decenas de animosos voluntarios. Aunque nuestra intención sea buena, podemos estar causando más mal que bien. Por ello la limpieza ha de desarrollarse únicamente en la zona de la playa afectada por la carrera de marea.

Si por el motivo que fuese, se considerase necesario tener que acceder al sistema dunar para retirar objetos que se hubiesen depositado allí, lo habremos de hacer siempre a través de los senderos existentes, evitando pisar la vegetación. Y evidentemente deberán acceder únicamente las personas que resulten estrictamente necesarias.

Dentro de la superficie afectada por la carrera de marea, curiosamente, hay zonas que acumulan una mayor cantidad de residuos que otras. En Doniños tenemos identificadas varias, y ésto ¿por qué es?. Normalmente se trata de zonas a donde el mar sólo accede los días de grandes temporales, y que topográficamente, se ubican por debajo de la berma que corona el perfil de la playa. Al estar, por así decirlo, en una vaguada, los residuos que entran con las olas quedan depositados allí, sin tener opción de volver al mar arrastrados por las corrientes de retorno.

En estas zonas, y en una pequeña superficie, tendremos a nuestro alcance gran cantidad de residuos, tantos que pueden llegar a cubrir la práctica totalidad de la superficie de playa de la zona. Estas pueden ser buenas áreas en las que centrarnos y en la que concentrar nuestros esfuerzos, y en donde podremos lograr una mejoría considerable del aspecto de la playa en poco tiempo.

HISTORIAS. ¿Qué es lo que hay que recoger?

Tras 14 años participando en la campaña, y tras varias docenas de limpiezas organizadas, en desdelacroa nos gustaría compartir con otros organizadores y voluntarios, una serie de consejos, que en base a nuestra experiencia, creemos pueden resultar de gran ayuda en la limpieza. y hacer de ésta una acción más efectiva y no tan cansada.

El primero de ellos da respuesta a una pregunta clave, que a primera vista nos puede parecer obvia. ¿Qué es lo que hay que recoger? Lo más fácil es pensar que todo lo que encontremos. Sin embargo no podríamos estar más equivocados.

Empezaremos por lo que NO se ha de recoger:

No hemos de retirar madera. Sé que puede resultar tentador. Suelen ser elementos voluminosos, con lo que en poco tiempo parece que hemos recogido mucho, pero el origen de la madera es natural, por lo que su presencia en el arenal no causa ningún daño. Aunque haya sido procesada por el hombre y aparezca en forma de palets o tablones, es mejor no retirarla y centrarnos en otros residuos. Sólo si estas maderas contienen puntas puede tener sentido retirarlas. Como mucho podemos apilarlas en un montón. Es mejor que nos centremos en otro tipo de residuos.

Tampoco hemos de recoger algas o restos de otras plantas. Al igual que la madera, su origen es natural, y en un principio, y salvo excepciones, no suponen un problema. Además estas algas pueden representar la única aportación de materia orgánica en una área, la playa, que si por algo se caracteriza es por ser una tierra árida. La presencia de estas algas, o de otros restos vegetales, puede ser fundamental para el ecosistema de la playa y la zona de dunas más expuestas al oleaje.

Y lo último de la lista de lo que no debemos recoger, es la arena. Esto, que parece obvio, no lo es tanto, y tras una limpieza, suelen ser muchos los kilos de arena que abandonan la playa mezclados entre los residuos. A veces los recipientes o objetos que recogemos van llenos de ella, o la tienen fijada a su superficie en cantidades considerables. Es por tanto necesario, y salvo que la arena presente restos de contaminación, que procedamos a retirarla. Conseguiremos así, además de no disminuir la cantidad de arena que hay en la playa, aligerar el peso de los residuos que después tendremos que transportar.

Y entre lo que SÍ que hay que recoger, el rey es el plástico, en todas sus formas, tipos y colores. No es sólo el tipo de residuo predominante, sino que se trata también de uno de los materiales con mayor capacidad de perdurar en el medio sin degradarse. Se trata además de uno de los residuos con efectos más perjudiciales para aves, mamíferos marinos y toda clase de peces, que en ocasiones, pueden llegar a confundirlos con alimento. Una vez en su aparato digestivo, su presencia les pueden llegar a causar la muerte.

Los recipientes de plástico pueden contener en su interior productos químicos altamente contaminantes y nocivos para el medioambiente y las personas. Si os encontráis con algún recipiente de este tipo, debéis retirarlo con cuidado, evitando que se derrame lo que contiene en su interior. Una vez que estéis en la zona de contenedores, es importante que lo depositéis de modo separado al resto de residuos, con objeto de que pueda ser gestionado convenientemente por los servicios municipales de limpieza. Este tipo de residuos han se ser siempre recogidos por una persona adulta, que ha de emplear guantes y evitar el contacto directo con la piel.

Entre los plásticos, entre los que incluyo también las cuerdas o trozos de redes, no hemos de despreciar los elementos de menor tamaño. Aunque nos pueda parecer un trabajo poco productivo, posiblemente se trate de la acción más beneficiosa para la fauna de la zona. Retirarlos siempre manualmente. Entre ellos suele haber restos de algas, u otras especies vegetales, que como ya os comentamos antes, juegan un papel fundamental en el equilibrio natural de la zona. Es conveniente recoger sólo el plástico y que los restos orgánicos permanezcan en la playa.

Por último, y dentro de los objetos a recoger, estaría también el vidrio y los metales, que más que por lo contaminantes que puedan resultar, es bueno que los retiremos por seguridad. Una botella, una bombilla rota o una lata oxidada, se pueden convertir en elementos cortantes y peligrosos, que no deberían estar en una playa.

HISTORIAS. Un invierno sin fin.

Desde que comenzó diciembre llevamos algunos de los meses más lluviosos que recuerdo. No es que mi memoria vaya muy atrás, sobre todo porque antes no era tan consciente, o no me fijaba tanto, en las condiciones meteorológicas. Pero vivir en el campo hace que uno se vuelva más sensible a estas cosas, sobre todo porque tu día a día se ve muy influido por el clima. Y más que el viento o el frío, lo que más nos condiciona es la lluvia. Cuando llueve sin parar, día tras día, la humedad lo invade todo, hasta un punto en el que el agua parece querer salir de la tierra. En esos días muchas de las tareas habituales se han de dejar para otra ocasión. Estar fuera no tiene sentido, salvo que te quieras buscar un buen catarro.

Lo que sí que es inaplazable son los paseos. El convivir con dos perros te obliga en cierto modo a dárselos todos los días. De hecho ellos te lo reclaman. Así que aunque las condiciones fuera te inviten más bien a quedarte en casa, nos abrigamos y salimos. Hay días en que las condiciones son realmente desagradables: viento, granizo, lluvia en horizontal, ... Pero ver lo que se puede llegar a agitar la naturaleza, desde la tranquilidad que da el estar en tierra firme, resulta revelador y compensa un poco lo desagradable de este invierno, que de prolongarse algo más va camino de parecer un invierno sin fin.

HISTORIAS. Déjà vu.

”Todos hemos tenido alguna vez la sensación de que lo que estamos diciendo, o haciendo, ya lo hemos dicho y hecho antes, en una época remota; de haber estado rodeados, hace tiempo, por las mismas caras, objetos y circunstancias; de que sabemos perfectamente lo que diremos a continuación, ¡como si de pronto lo recordásemos!” 

-Charles Dickens. 

Creo que todos hemos sentido esta extraña sensación alguna vez. De pronto nuestra mente nos envía el mensaje de que esta situación, que estamos viviendo por primera vez, ya la hemos experimentado antes. Todo nos parece familiar, aunque el momento sea en realidad inédito.  

Gracias a la fotografía podemos provocar esa sensación que normalmente se reproduce de modo espontáneo. De hecho, hace unos meses, intentamos planificar una situación así con la foto que a Keko, Gonza y Diego les habían hecho su hermano Fernando, en Doniños, hace 20 años. Pero las dos fotos de hoy son pura coincidencia. Mismo protagonista, aunque en distinta playa, separados por el tiempo 20 años. Antes de que Alberte me enviase su foto de 1993, en respuesta a la mía de 2013, yo no había visto la suya, por lo que mi toma no fue intencionada. Tal vez en fotos de surf esta coincidencia sea más sencilla y todo se reduzca a una cuestión de estilo. Todos, inconscientemente, hemos desarrollado una forma de movernos, de equilibrarnos e impulsarnos sobre la tabla, que nos hace únicos y reconocibles. Y posiblemente Alberte lleve reproducción estos mismos movimientos desde 20 años o más.

La primera de las fotos fue tomada en La Fitenia, Tenerife, por un francés llamado Patrick, que muchos otros pasaba largas temporadas en la Isla. Como modo de vida se había hecho fotógrafo acuático. Con su cámara, y una carcasa, sacaba fotos a los turistas y a los surfistas de vacaciones en el archipiélago. También a los locales. Fotografías que después vendía por 500 pesetas la unidad, y que le permitían prolongar su estancia en las Canarias.

Alberte encontró su foto, entre otras hechas por Patrick, años más tarde en una tienda de surf. Junto a otras, la imagen de La Fitenia había terminado allí cuando el francés decidió abandonar la isla rumbo a su próximo destino, seguramente alguna otra playa con buenas olas, excelente clima y menos gente.