HISTORIAS. Remar, encuadrar, enfocar y disparar.

Siempre que las condiciones son las adecuadas (mi particular criterio es un pico definido con un buen canal de entrada, o mucha gente en el agua), entro a coger olas con la cámara de fotos atada a la cremallera del traje. Con el 5/4 me resulta un poco incómodo, ya que al quedarme muy ajustado, la cámara me molesta en la base del cuello, sobre todo cuando al remar he de pegar mucho el cuerpo a la tabla. Además, necesito también un cierto espacio entre olas para poder sacar la cámara del traje, encuadrar, enfocar y disparar. Por eso sólo llevo la cámara conmigo cuando veo que la remontada va a ser cómoda.  

Coger olas, y disparar con la cámara no suelen ser actividades complementarias, por lo que son pocos los baños en los que salen fotos decentes. En el de hoy por ejemplo no ha habido ni una digna de guardar. Pero yo no me desilusiono. Y es que la dinámica es complicada. El angular de la cámara no es demasiado generoso. El objetivo no siempre enfoca bien, y mientras encuadro tengo que tener un ojo en el surfista y otro en la ola que he de picar con una sola mano. Pero a base de insistir y de probar, al final siempre sale alguna foto interesante o al menos curiosa. 

Entre todas, esta es una selección de fotografías sacadas este otoño y hasta ahora no publicadas en el blog.