La primera vez que una delegación de Surfrider Foundation visitó Galicia fue en el año 1998, durante la celebración de la onceava edición del Pantín Classic. Al contrario de lo que se pueda pensar, el principal motivo de la visita no fue el dar a conocer la organización en Galicia, aprovechando que se celebraba una prueba del circuito mundial de surf. La delegación había venido hasta aquí por otra cuestión.
Desde hacia un tiempo los responsables de Surfrider estaban preocupados por algo que venían observando: en los últimos meses, y de manera continuada, estaban llegando a las playas francesas, un volumen considerable de residuos cuyo origen parecía encontrarse en Galicia, a más de 700 km de su costa. Esa tenía que ser la única explicación posible a la aparición, en una gran cantidad, de recipientes, bolsas de plástico, ... de establecimientos de A Coruña, Santiago, ..., en las playas de Las Landas. Así aquel otoño cogieron un coche y se acercaron hasta aquí para comprobar que pasaba.
A las afueras de la ciudad de A Coruña encontraron la respuesta: la montaña de residuos que se acumulaba en el antiguo vertedero de Bens, hacía dos años que había colapsado, y como una gran ola que arrasa todo a su paso, avanzó en su caída hasta llegar al mar. Desde allí, arrastradas por la corriente, 200.000 toneladas de desechos flotantes se esparcieron por toda la costa cantábrica hasta llegar a Francia.
Y todo ésto lo cuento para mostraros, con un ejemplo cercano y más o menos reciente, lo que está pasando en todo el mundo: existe un descontrol total sobre los residuos que se vierten al mar.
Aquí en Galicia, contribuimos por ejemplo, con la falta de depuración de muchas de nuestras ciudades, que siguen vertiendo sus aguas sucias a los ríos y las rías, sin ningún tipo de tratamiento previo. ¿Por qué creéis sino que en una playa podemos encontrar tantos bastoncillos para los oídos?
Pero si esto pasa en el mundo llamado desarrollado, imaginaros lo que puede estar ocurriendo en otros países donde las prioridades, y las necesidades, son otras más básicas. La magnitud del problema es enorme. Se ha llegado a calcular que en todo el mundo se vierten 206 kg de residuos, por segundo, al mar.
Aquí en Galicia, contribuimos por ejemplo, con la falta de depuración de muchas de nuestras ciudades, que siguen vertiendo sus aguas sucias a los ríos y las rías, sin ningún tipo de tratamiento previo. ¿Por qué creéis sino que en una playa podemos encontrar tantos bastoncillos para los oídos?
Pero si esto pasa en el mundo llamado desarrollado, imaginaros lo que puede estar ocurriendo en otros países donde las prioridades, y las necesidades, son otras más básicas. La magnitud del problema es enorme. Se ha llegado a calcular que en todo el mundo se vierten 206 kg de residuos, por segundo, al mar.
La acción que vamos a acometer mañana evidentemente no va a resolver el problema. Es más, con el temporal anunciado para este fin de semana, posiblemente el domingo haya más residuos acumulados en Doniños que los que había antes de que nosotros hubiésemos comenzado la limpieza. Pero el objetivo de la campaña es otro, y va más haya de retirar unas cuantas miles de toneladas de basura de las playas. Al plantearla como una acción global, que se desarrolla de modo simultáneo en todo el mundo, se consigue, al menos durante un fin de semana, que se hable sobre el tema y que la cuestión se mantenga en la lista de temas a resolver algún día.
Por eso creemos que es importante participar en esta campaña de limpiezas, y por eso la llevamos organizando 14 años. Se ha de mantener la tensión para que éste no sea un tema olvidado más.
Nosotros os esperamos mañana en Doniños, en la limpieza organizada por el Oceáno Surf Club, a partir de las 12:00 horas, en la zona de Outeiro.
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