20.6.17

Un buen consejo.


Investigar, recopilar información sobre los orígenes del surf en Galicia, me ha aportado unas cuantas satisfacciones. A la principal de haber recuperado muchas de las historias que protagonizaron  aquellos años, se une la de haber contribuido a que estos surfistas sean hoy reconocidos como se merecen, tal y como se hace en otros lugares con una comunidad de surfistas más arraigada.

De entre esos "logros", uno de los que más alegría me ha producido, y en ello tiene buena culpa Hugo Chas y sus Lobos de Mar, es que Rufino se haya animado de nuevo a hacer tablas, 35 años después de que Rufo's Surfboards cerrase sus puertas. Y que además lo haga por placer, y con el deseo de trasmitir sus conocimientos a todo aquel que desee aprender sobre el proceso de trabajar con el foam, la resina y la fibra (lo último, que no sé si habrá empezado ya, es que ha organizado un taller sobre fabricación de tablas).  

A pesar de que lo entrevisté hace ya unos años, cada cierto tiempo nos volvemos a ver para comentar  sus últimos avances. Hace unas semanas nos enseñó un foam recién shapeado a partir de una tabla fabricada por él hace 40 años, y que sabemos se comporta especialmente bien en el agua. En cuanto la vimos nos llamó la atención su buena forma, pero más todavía como, tras enseñarle una tabla que le llevamos para tomar ideas, y simplemente a ojo, percibió cómo sus formas eran prácticamente las mismas que las de las plantillas que había empleado para fabricar esa "nueva primera tabla".

Siempre que nos encontramos es interesante escucharle hablar sobre cualquier tema. Uno de los que ha tratado en varias ocasiones, normalmente mientras observa alguna de sus viejas tablas, es el fenómeno de la ósmosis. Como cualquier otro material, el poliéster de nuestras tablas también envejece con el tiempo, y lo hace a través de un fenómeno físico-químico que lo degrada, y que tiene lugar cuando entra en contacto el agua de mar con la resina. A través de los pequeños poros que tiene la superficie de la tabla, el agua salada puede penetrar por capilaridad. Cuando esto ocurre, tiene lugar una hidrólisis en la que la resina, que es un producto soluble al agua, se descompone gradualmente, separándose de la fibra, lo que provoca que las diferentes capas de fibra de nuestra tabla pierdan su unicidad, y se vayan separando y deslaminando, lo que reduce inmensamente su resistencia. 

Es por ello muy importante, si queremos que nuestra tabla dure, endulzarla generosamente tras cada baño. Y si vamos a estar mucho tiempo sin usarla, no guardarla en su funda hasta que la tabla se haya secado.














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