9.12.17

El caso Brevoort.



28 de octubre de 1937. Artículo publicado en el New York Daily de ese día. 

"PREOCUPACIÓN POR LA SEGURIDAD DE UN NAVEGANTE DESAPARECIDO". La desaparición de Víctor Brevoort, de 59 años, perteneciente a una afamada familia antigua propietaria de una gran parte de Manhattan, fue anunciada hoy por su hermana la Sra. Rudolf Eickemeyer.

La Sra. Eickemeyer informó que no tiene noticias de su hermano desde el pasado 7 de agosto, fecha en la que el Sr. Brevoort partió del puerto de Boston a bordo de un velero de 36 pies, el Cygnet,  con destino a Azores. En el barco llevaba provisiones para 60 días. 

"Su viaje comenzó unos días antes que el del velero Endeavour", dijo la señora Eickemeyer, "y debe haberse topado con la misma tormenta que con la que se enfrentó el Endeavour a principios de septiembre. Me temo que esté perdido".

9 de septiembre de 1947. Tribunal del Condado de Westchester. Dictamen del Juez S. Griffiths sobre el caso Brevoort.

"Las últimas voluntades del difunto James R. Brevoort declaraban como heredero de la mitad de su patrimonio, mediante ingresos pagaderos de por vida, a su hijo Víctor Brevoort. En su defecto la herencia corresponde a la hija del difunto, Florence E. Brevoort (Eickemeyer), si vive a la muerte de Víctor, y a su hijo político Anson Baldwin, si Florence B. Eickemeyer fallece antes que Víctor. El valor del inventario es de 93.000 dólares. 

Anson Baldwin murió en mayo de 1920. Florence B. Eickemeyer murió el 20 de diciembre de 1940, dejando un testamento admitido a sucesión en este tribunal. Se busca determinar si Víctor Brevoort está muerto y, de ser así, cuál fue el momento de su muerte. La adjudicación de la herencia de James R. Brevoort depende no solo de si Víctor Brevoort está muerto, sino de si murió antes que su hermana el 20 de diciembre de 1940".

15 de diciembre de 1937. Playa de O Baleo, Pantín.

Eran las ocho de la tarde cuando Manuel Bellón Sedes, un vecino de Pantín, caminaba de vuelta a casa, y casi a oscuras, por un sendero próximo al borde de los acantilados que cierran la playa de O Baleo. De pronto observó en el mar luces rojas como las de una bengala. No se veía nada, pero supuso que se trataba de una embarcación que se encontraba en apuros a menos de media milla de la zona de rompiente de la playa. Corriendo se dirigió al puesto del jefe de las milicias de Pantín. Cuando se disponían a salir en dirección a la playa, llegó al puesto un coche de la Policía Marítima de Cedeira, con el sargento de los carabineros y el Cabo de la Guardia Civil, que habían sido avisados por otro vecino de Pantín, César Delgado, que confirmada también la presencia en la playa de O Baleo, y en medio de la rompiente, de un barco de pequeño porte. 

Cuando llegaron a la playa, había varios vecinos en el arenal: sin nada que pudiesen hacer, observaron como el barco fue llevado por las olas y la corriente hacia las rocas, en donde acabó totalmente destrozado por el mar. No se escuchaban gritos de auxilio. 

Entre las piedras aparecieron varios trozos de madera y otros objetos que no se pudieron identificar debido a la oscuridad de la noche. Los vecinos recorrieron varias veces la costa en busca de algún náufrago, sin encontrar a nadie ni escuchar gritos de socorro.

Invierno de 1936. Miami.

Con 58 años, Víctor Brevoort llevaba una cómoda vida de soltero en Miami. Hacía varios años que había dejado la fría New York por la cálida Florida. Se había comprado una casa, y había contratado a una eficiente ama de llaves, la Sra. Wilson, con la que se llevaba muy bien. La herencia familiar le permitía vivir desahogadamente, y los ingresos anuales, de entre 5.000 y 6.000 dólares, que recibía como fiduciario de la herencia de su padre, le permitían no tener mayores responsabilidades que disfrutar de la vida.


Pero tenía un sueño que cumplir: cruzar el Atlántico a bordo de un velero. Por eso, y en el invierno de 1936, encargó un barco a los astilleros Morse Boatbuilding, de Boston. Su velero sería diseñado por el prestigioso ingeniero naval John G. Alden, y pensado para largas travesías, con depósitos para almacenar agua y llevar víveres suficientes para seis meses. Todo se ingenió para que el buque pudiese ser pilotado por un solo hombre. El timón fue fabricado por la Columbia Bronze Corporation de Freeport, Long Island. La cubierta era de caoba filipina, una variedad de cedro, y el mástil de  robusto pino de tea. 

En julio de 1936 el barco ya estaba terminado. Se le puso el nombre de "Cygnet", se pintó totalmente de blanco, y en su popa se escribió en letras negras el nombre del barco junto con el puerto de origen, Miami. El casco se adornó también con dos placas de metal, una con la inscripción "Diseñado por John G. Alden, Boston, Mass. No. 616-G", y la otra haciendo referencia al astillero que lo había construido: "Morse Boatbuilding Corp. Builders, Thomaston - Me".

7 de agosto de 1937. Boston.

A principios del verano de 1937 casi todo estaba preparado para poder comenzar el viaje. El 13 de junio de 1937, Víctor Brevoort, mediante carta, notificó a la Guaranty Trust Company que no estaría en condiciones de recibir y depositar cheques durante varios meses, por lo que les solicitaba que retuviesen los ingresos que recibía de su herencia por un período de seis meses a partir del mes de julio. 

Antes de salir, y con su barco ya en los amarres del Boston Yacht Club, Brevoort encargó un chequeo final del buque. El informe recogió que los tanques de gasolina estaban llenos, al igual que los tanques de agua. Brevoort contó a los inspectores que esperaba partir en unos días, sin especificar destino, aunque mencionó las Azores y también España, la costa de Portugal, las Islas Baleares y otros destinos en el Mediterráneo. 

El 2 de agosto de 1937 Brevoort recibió un pasaporte visado por el cónsul portugués en Boston, que le autorizaba para desembarcar en las Azores y Madeira. Tres días más tarde, el 5 de agosto, escribía a su hermana y a su ama de llaves, la Sra. Wilson, anunciándoles su intención de partir rumbo a Azores el 7 de agosto. A ambas les indicaba que escribiría a la Sra. Wilson a su llegada a las Islas.

El 7 de agosto, y a bordo del Cygnet, Brevoort soltaba amarras rumbo al Este y a la aventura.

23 de agosto de 1937. En algún lugar del Atlántico.

El 23 de agosto de 1937, el buque británico "Athelfoam" avistó a un velero, que pudo identificar como el Cygnet, a unas 1.000 millas al este de Boston. Los oficiales del Athelfoam saludaron a un hombre que permanecía sentado en la popa del Cygnet. Estuvieron a tan solo quince metros del velero. Pudieron ver a un único ocupante, que por su descripción se ajustaba a la fisonomía de Víctor Brevoort. Como respuesta a los intentos de comunicación de los oficiales del Athelfoam, aquel hombre simplemente agitó su mano.

9 de septiembre de 1947. Tribunal del Condado de Westchester. Dictamen del Juez S. Griffiths sobre el caso Brevoort.


"Desde el momento en que Víctor Brevoort fue visto por última vez en Boston, o, posiblemente, en el mar, no se ha puesto en contacto con su administrador, con su hermana, con su ama de llaves, o con cualquier otra persona. 

Las investigaciones hechas por su hermana la Sra. Eickemeyer, las efectuadas por varias agencias gubernamentales y departamentos de policía, y los anuncios publicados en diferentes periódicos, no han obtenido información acerca del paradero del Sr. Brevoort. Las cartas a los cónsules estadounidenses en las Azores, Bermudas, Gibraltar, Lisboa, etc., no han tenido respuesta en lo relativo al paradero de Víctor Brevoort. La investigaciones realizadas en los principales puertos de entrada de las Azores no revelaron ninguna evidencia de la llegada a dichos puertos de Víctor Brevoort.

De acuerdo con los hechos expuestos, el tribunal debe determinar si, a partir de las pruebas, Víctor Brevoort debe ser considerado como presumiblemente muerto, y si es así, determinar lo más cerca posible de la fecha de su muerte.

Ante las evidencias, esta corte no tiene dudas de que Víctor Brevoort partió del puerto de Boston en su yate, el "Cygnet", a principios de agosto de 1937, y que fue visto en este mismo barco el 23 de agosto de 1937, aproximadamente a 1.000 millas al este de Boston, a 1.000 millas al oeste de las Azores, y a 2.100 millas de la costa españolaSi llegó a las Azores, u otro puerto intermedio, no ha podido ser demostrado por las investigaciones efectuadas en los lugares de llegada probables. Además, no notificó a su ama de llaves su llegada, tal y como había dicho que haría, ni se comunicó con la compañía fiduciaria de la que había estado recibiendo su única fuente de ingresos. La velocidad con la que realizó la primera parte del viaje no es necesariamente una referencia para establecer suposiciones sobre el transcurrir posterior del viaje. Los vientos desfavorables, o el clima, problemas en el barco, o su propia condición física, pudieron haber retrasado su llegada. Él había declarado que esperaba tardar dos meses en llegar a las Azores. La costa española está mucho más lejos. Había mencionado las costas de España y Portugal, así como las Azores y las Islas Baleares, como posibles puertos de destino, y había indicado que había aprovisionado su barco para un largo viaje".

16 de diciembre de 1937. Playa de O Baleo, Pantín.

Al día siguiente del naufragio, apareció varado en la playa un mástil de pino tea con varios obenques, una parte de la popa del barco, y restos de madera de cedro. Entre los restos recogidos se encontró una chapa que por su inscripción llevó a determinar que se trataba de un barco norteamericano: "Worm - steer -Columbia Bronze Corporation - Freeport - L.I. - N.Y. Designed by John G. Alden. Boston. Mass N0616G. Morse Boatbuilding Corp. Builders Thomaston - Me".

9 de septiembre de 1947. Tribunal del Condado de Westchester. Dictamen del Juez S. Griffiths sobre el caso Brevoort.

"En la noche del 15 de diciembre de 1937, un juez de instrucción español, después de recibir un informe acerca de la identificación de una señal de ayuda durante una tormenta, determinó que un buque había sido destruido contra las rocas por la acción del mar; también que se trataba de un barco que tenía un mástil y una sola vela; que en la playa se encontraron partes de un barco. Los elementos que se encontraron eran claramente restos del yate construido, como se describe arriba, por orden de Víctor Brevoort. 

La Sección 341 de la Ley de Procedimiento Civil establece lo siguiente: "Presunción de fallecimiento en ciertos casos. Una persona que posee bienes personales, y de cuya vida depende un patrimonio de bienes inmuebles, se presume que está muerta cuando se ausenta por un periodo continuado de siete años".

Las evidencias presentadas ante el tribunal son suficientes para establecer, y determinar, que Víctor Brevoort está muerto. La única cuestión pendiente por aclarar es el momento de su muerte. La regla, en ausencia de pruebas suficientes que permitan establecer su ocurrencia, es que la ausencia durante siete años continuados crea la presunción de que la muerte ocurrió al final de ese período, salvo cuando los hechos claramente establezcan su ocurrencia en algún desastre identificado, lo que requiere que la regla se modifique, de modo que si una ausencia es debida a una catástrofe o peligro al cual el ausente estuvo expuesto, y que dicho peligro o catástrofe puede dar lugar a la muerte misma, como por ejemplo la muerte en una conflagración, o ahogamiento, se puede deducir entonces que la muerte ocurrió en el momento de tal peligro. Cuando existe tal evidencia, la necesidad de presumir que la muerte ocurrió al final del período de siete años ya no existe.

Sobre todas las pruebas, el tribunal es de la opinión, y encuentra, que Víctor Brevoort se encontró con su muerte el 15 de diciembre de 1937, o en una fecha próxima a ésta, en el momento en que su yate fue destruido en las costas de España".

16 de diciembre de 1937. Playa de O Baleo, Pantín.

Entre las rocas se encontró también una tabla con la siguiente inscripción hecha a lápiz: "BREVOORT. CYGNET"

Habían pasado 129 días desde su salida desde Boston.

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