Las olas del día anterior habían sido un desastre, pero con aquel mar, y en marea baja, el único sitio en el que creí que podría entrar al agua era Villarrube. Y tal vez porque sabía el tipo de olas que me iba a encontrar, además de con la tabla, entré con la cámara. De hecho pensé: "no cogeré buenas olas, pero tal y como está el cielo, y sin viento, alguna foto puede salir".
Como normalmente ocurre, al final alguna ola decente cogí, y en cuanto a las fotos, éste es el resultado. Sé que todas resultan muy parecidas, pero en aquel preciso momento, y con aquella luz, la baliza de Piedras de Media Mar se llevó todo el protagonismo.
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