Al buscar el otro día por internet información para escribir sobre la Fábrica de Lápices, aparecieron en Google un montón de imágenes que me resultaban familiares: lápices, estuches, dibujos, ..., así que me puse a buscar por casa y encontré en la caja de galletas en la que guardamos las pinturas, los bolígrafos y los rotuladores, unos cuantos lápices Johann Sindel. En concreto doce unidades aún empaquetadas del Kolosal nº505 (buen nombre sin duda para un lápiz), un Mercantil 777, un Sindel nº2 y un Sindel Extra nº1205. Todos en madera de cedro y sección circular.
Y si hoy vuelvo a hablar de la Fábrica de Lápices es porque, a través de la red, ha llegado al blog una propuesta que sería sin duda un buen fin para la parcela. "¿Por qué no se podrá aquí hacer algo así?", preguntaba Olaia.
Y adoptando para aquí el texto de presentación de "Palo Alto", la verdad es que la propuesta no suena nada mal:
"La Fábrica de Lápices es un territorio acotado, una isla urbana que conserva un trozo de la memoria de Ferrol, de su pasado industrial. En un futuro diecinueve estudios creativos se repartirán en las instalaciones de este antiguo complejo fabril, reconvertido en un espacio confortable, lleno de luz y con vistas al puerto, la ría y a un exuberante jardín."
JOHANN SINDEL
ResponderEliminarJohann Sindel, alemán de Núremberg, fue contratado en 1933 por Alberto Fernández Martín como jefe de taller, ya que era gran conocedor de los sistemas de producción de lápices en Alemania.
“Su conocido logotipo compuesto por dos figuras humanas con las manos entrelazadas se convirtió también en su marca registrada. Bajo este símbolo de identificación, fabricaba lápices de mina de grafito y de colores, plumillas de acero y peines de caucho.
Uno de sus productos más exitosos fue el lápiz de la marca Johan Sindel, muy apreciado por la calidad de su madera de cedro americano y su mina de grafito (…)”
“Sindel dirigía el proceso de fabricación, lo que suponía un elevado coste para la fábrica, ya que su sueldo estaba incluso por encima de los ingresos salariales del gerente. Otra de las claves del éxito de la Hispania fue su exquisita presentación en el mercado.”
(La Opinión La Coruña. Emprendedores coruñeses del XIX.
Aunque hay disparidad de criterios, pues algunos atribuyen el edificio al arquitecto Lastra, o incluso al arquitecto municipal Nemesio López Rodríguez, lo probable es que la fábrica fuese proyectada por el arquitectoRodolfo Ucha Piñeiro, nacido en Vigo el 27 de septiembre de 1882, que trabajó igualmente como arquitecto municipal de Ferrol hasta 1936.
Aunque los trabajos de este arquitecto, prolífico en la ciudad de Ferrol, se caracterizaron por su apego a la estética modernista, la tipología de la fábrica de lápices es más cercana al racionalismo industrial, con toques expresionistas propios de los años treinta del siglo XX.
La desaparición del antiguo tejido industrial urbano de Ferrol está relacionado con el periodo de crisis y reconversión que se vivió en los años ochenta, en los que la principal industria que eran los astilleros hubo de sortear su primera gran crisis.
Con la desaparición de la fábrica de lápices Hispania, desaparecerían también Pysbe, la Fábrica de Jabones Pucho, la Fenya y otra fábrica más de lápices en Canido.
Y en A Malata, donde actualmente se encuentra el estadio, la enorme planta de Peninsular Maderera, de los tiempos en que Guinea era colonia española y la madera salía gratis, desaparecería igualmente, dejando liberado su gran solar.
Muchas gracias por el comentario. Sin duda un gran complemento para lo publicado en el blog hasta ahora.
ResponderEliminarUn saludo,
Jesús
Leyendo tu entrada me entraron ganas de mirar en casa a ver si yo también tenía lápices de Hispania.
ResponderEliminarFui a la caja de galletas que mamá pintó cuándo era pequeña, al igual que tú, y en la que guardo todos mis lápices de colores.
Me declaro adicta al material escolar, por lo que tengo cientos... la mayoría heredados de mi hermano, suerte que al tener tantos aún no los había gastado todos! Buscando también en estuches, en cajas de dibujos , etc... encontré un montón! :)
Quizás algún día de estos retome actividad en mi blog poniendo una foto de los míos, y haciendo un link a tu entrada si te parece bien :)
Que pena que ahora la tiren en lugar de convertirla en un lugar emblemático...
Saludos
A mí también me sorprendió encontrar tantos por casa, y el verlos la verdad es que me trajo muchos recuerdos.
ResponderEliminarEvidentemente el enlace está a tu disposición.
Un saludo.
Hola Jesús, buscando la relación entre ambas marcas me topé con tu blog, ¿sabías esto?:
ResponderEliminarSon iguales los logos de los cuhillos Zwilling y los de los lápices Hispania.
De momento no encontré nada concreto, igual tú sabes algo, ya lo cometaremos en persona.
Un saludo,
Gonzalo Barro
Hola Jesús,
ResponderEliminarBuscando información me topé con esta historia de tu blog. Como todas, interesante, didáctica y curiosa.
No se si lo sabes, si es así, tal vez sepas la relación, si es que la hay, que existe entre la marca alemana de cuchillos Zwiling y la de Hispania pues sus logos son idénticos.
Ya lo hablaremos en persona.
Un Saludo.
Tengo un estuche con lápices de colores de mi abuelo después paso a mi madre a ahora lo tengo y lo seguiré guardando
ResponderEliminarRelación ninguna, Alemania los llevo a Juicio por el LOGO que usó los lápices Johann Sindel y PERDIERON y pudo seguir con el Logo. Un saludo desde Alemania. Soy la viuda del hijo de Johann Sindel.
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