1.3.10

HISTORIAS. Darryl y Mark. O cómo Sudáfrica cambió la evolución del surf en Galicia.




Paul Canning y Clyde Martin no han sido los primeros y únicos sudafricanos que han marcado el desarrollo de la historia del surf en Galicia. Dos décadas antes, Darryl y Mark Chapman ayudarían a reducir la inmensa distancia que existía entonces entre el surf en nuestra comunidad y en el resto del mundo.

DARRYL.

En el año 1972 apareció por A Coruña un surfista sudafricano que sería clave en el desarrollo del surf en Galicia. Se llamaba Darryl y era de Durban. Cansado de la vida que había llevado hasta aquel momento trabajando como descargador en un mercado de fruta, y tras un viaje por las Islas Mauricio, él y un amigo acababan de tomar una de las decisiones más importantes de su vida: gastarse todos sus ahorros en la compra de un yate en el Sur de Inglaterra, cruzar el Atlántico, pasar el Canal de Panamá, e irse a dar unas vueltas, en busca de olas, por las islas del Índico.

Una avería en el timón automático del barco les obligó a recalar en A Coruña, y su compañero tuvo que volver a Inglaterra a buscar un repuesto. Lo que en principio iba a ser una semana, se prolongó un par de meses, y ese surfista se convirtió en una fuente de conocimientos valiosísima para el núcleo de A Coruña. Entre todos los conocimientos aportados, el más importante fue el de la técnica de construcción de tablas, y en concreto la resina parafinada, lo que permitió mejorar considerablemente la calidad de las primeras tablas que se empezaban a fabricar en Galicia. "Él, en inglés, nos hablaba de la resina parafinada, y no acertábamos a saber a qué se refería. No paraba de repetir "... resin parafin, resin parafin, ..., mientras nosotros no dejábamos de preguntarnos que tendría que ver la parafina con la resina de poliéster. Finalmente nos percatamos de qué se trataba. Significó para nosotros uno de los descubrimientos más importantes para el trabajo con resinas de poliéster. Cualquiera que haya trabajado con estas resinas, sabe que sin la parafina la resina nunca llega a secarse lo suficiente como para poder ser lijada a mano” - recuerda hoy Carlos Bremón.

Dos meses en Galicia dieron para muchas anécdotas. “Darryl era un vegetariano convencido. Una vez lo invitamos a comer, y cuando nos sirvieron ensaladilla rusa, preguntó si aquello que nos habían servido llevaba carne. Yo pensé enseguida en las pequeñas migas de atún que lleva la ensaladilla, pero le dije que no, que lo que llevaba él lo podía comer. No me dijo nada, pero aún me acuerdo de Darryl sacándole a la ensaladilla los pedacitos de atún, uno a uno".

"Cuando se marchó," - nos cuenta Carlos - "me ofreció venderme su tabla, ya que necesitaba el dinero para el viaje. Y yo le regateé, pero al revés; le ofrecía más dinero del que él quería aceptar, así que no nos poníamos de acuerdo. Al final le hice una buena oferta y nos dimos un abrazo. Un personaje muy curioso, aquel sudafricano”.

MARK CHAPMAN.

En 1980, la nueva década llega a Galicia con otro sudafricano, Mark Chapman, poseedor de una técnica y un material muy novedoso para el que se poseía en Galicia en aquellos años. Él fue quien trajo la primera tabla ligera y corta a nuestras costas, desarrollando un surf que hasta entonces no se había visto por aquí. Entre las nuevas "maniobras" que mostró a los surfistas gallegos, y en un día con una fuerte marejada en la playa del Orzán, fue la de cómo pasar las olas por debajo, hundiendo la tabla, lo que comúnmente llamamos hoy “hacer el pato”. 

Mark viajó a Portugal vía Vigo, en donde, considerado como un superman del surf, los locales intentaron convencerle sin éxito para que se metiese en el rompeolas de Bayona. 

Curiosamente cuando se le preguntó por sus surfistas favoritos, contestó: el hawaiano Buttons y un chavalín también sudafricano llamado Martin Potter, que acabaría siendo campeón del mundo de surf en el año 1990.




Testimonio y fotografía aportados por Carlos Bremón.

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