11.5.10

HISTORIAS. Haciendo acopio.



Hace ya algunos días que ha concluido el invierno, tal vez el más frío y duro de al menos los últimos cinco años. La frialdad y dureza del invierno se ha dejado sentir sobre todo en nuestras reservas de leña, que este año han disminuido más rápido de lo que venía siendo habitual. Sin embargo todo lo que teníamos acopiado ha sido suficiente,y no ha habido que recurrir a madera nueva.

Finalizado el invierno, es el momento de empezar a cortar y guardar la leña para el próximo año. A poder ser intentaremos juntar reservas incluso para el siguiente más, con el objetivo de que cuando la madera entre en la estufa, esté completamente seca y en disposición de proporcionarnos toda la energía calorífica que acumula.


El proceso de corte es todo un ritual. Lo primero elegir los troncos, ramas o trozos de madera recogidos en la playa que vamos a cortar. A continuación preparar la máquina y las herramientas que van a ser necesarias: guantes, cascos y gafas para protegerse; afilador y destornillador para que la máquina funcione a su máximo rendimiento. Se ha de engrasar la cadena y cargar el depósito de gasolina con su mezcla.

Con todo preparado comienza el corte, y tras él, toca apilar, guardar y ordenar la madera en montones, en donde permanecerá al menos hasta el próximo invierno.

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