En más de una ocasión he oído decir de la playa que una de sus mayores virtudes es que en la arena, a pie de orilla, desaparecen las diferencias sociales. Un milagro sociológico que pocos sitios como un arenal pueden lograr. En la playa todos pasamos a tener los mismos privilegios y derechos. Tal vez sea uno de los espacios más democráticos e igualitarios que puedan existir.
Así que en la playa cada uno disfruta a su manera. Más que en ningún otro lugar público, cada uno de nosotros hace de su parcela de arena su propio espacio. A veces basta con sólo una toalla. A veces llega también con una sombrilla. Los más equipados llevan mesas, sillas, paravientos, neveras, radio, … Persiguiendo esta variedad, la fotógrafa Lucía Herrero anda retratando, en diferentes playas, a las que ella denomina "tribus" playeras.
Estos días Lucia está por Doniños "capturando" a nuevos especímenes de esas tribus, entre ellos a mis amigos, que ayer tuvieron la suerte de ser retratados por ella. Yo me acababa de ir de la playa, así que me perdí una irrepetible foto de grupo, excelente recuerdo de estos días de playa.
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