Aunque ya hace tiempo que la vi (creo que fue en la primera edición del festival de cine de que se organizó con motivo de la edición del año 2002 del Pantín Classic), Crystal Voyager posiblemente sea la película de surf que más me ha gustado de todas las que he visto. Tal vez también por ser una de las primeras, pero tras terminar la verla uno tiene la sensación de haber presenciado un momento histórico de la historia del surf. Dirigida en el año 1972 por David Elfick, grabada y narrada por George Greenough, la historia cuenta, con el argumento de la búsqueda de olas solitarias en la costa de California, la vida de George Greenough, y parte de los avances que su sociedad con Nat Young, produjeron en aquellos años. La película es un fiel reflejo de aquella época, llena de innovaciones en todos los campos, tanto en las maniobras, en los materiales y diseños, como en las técnicas de grabación. ¿Y qué decir de los 22 minutos finales? Con música de Pink Floyd, "Echoes", George Greenough logra una de las expresiones más perfectas de la psicodelia que protagonizaba aquella época.
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