El viaje de ayer se puede decir que es lo más parecido que he hecho en los últimos años a un surfari, sólo que con alguna pequeña diferencia con respecto a la concepción normal que se tiene de esta palabra. Materialmente no lleva ninguna tabla conmigo. Tampoco había perspectivas de coger olas. Pero en pocos viajes habré hablado y escuchado tanto sobre surf.
El viaje de ida me lo planteé con calma. Hacia años que no hacia un viaje en autobús tan largo, puede que al menos 10. Salida desde Ferrol con rumbo a Vigo, y paradas intermedias en Santiago y Pontevedra. Lo que en principio iban a ser 2 horas y 40 minutos recorriendo Galicia de Norte a Sur, se convirtieron finalmente en casi 3 horas y medía.
El llevar la cámara hizo que el viaje fuese más llevadero, y a pesar de los retrasos, que el tiempo me pasase relativamente rápido. En esas pocas horas pasamos por todas las estaciones meteorológicas posibles. Lluvias torrenciales y truenos en Ferrol. Chubascos intermitentes hasta Santiago. Cielos despejados hasta Vigo.
Ya en casa de madrugada, cansado tras todo el día, me di cuenta que tras aquel viaje, muchos de mis conceptos sobre los orígenes del surf en el Sur de Galicia habían cambiado.
Que tal Jesus!
ResponderEliminar¿Es cosa mia o las fotos revelan un estado de animo? Perdon si me meto donde no me llaman...
Un saludo!
Conscientemente no, pero es cierto que no tenía un buen día de salud. El día anterior estuve con fiebre y malestar general (de ahí la elección del bus). Pero aunque parezca increíble, creo que en el autobús eché todos los virus que llevaba dentro, y salí como nuevo. Si que es cierto que las más de tres horas de viaje, y el paso por las diferentes estaciones de autobuses, me hicieron tener pensamientos no especialmente entusiastas. Todo se resolvió al bajarme en Vigo y encontrarme con la gente que me estaba esperando.
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