La actividad minera en Asturias, y la cultura que se ha desarrollado entorno a ella, son uno de los elementos más identificativos del pueblo asturiano.
La riqueza de sus tierras ha sido durante siglos el motor de buena parte de su economía. Es fácil, por tanto, encontrar en cualquier
parte de su territorio huellas de ese pasado y muestras de este presente.
Algunas tan cerca de Salinas como las Minas de Arnao, ahora cerradas y
reconvertidas en lugar de interés histórico-cultural desde el año 2006.
Todo comenzó en 1833 cuando la Real Compañía
Asturiana de Minas de Carbón inició la explotación del yacimiento existente en
el municipio de Arnao, del cual se llegó a afirmar en la época que era tal su magnitud que “se veía
asomar carbón por todas partes”. La extracción de carbón fue sustituida con los
años por la de zinc, ya que el carbón de la zona era pobre para ser empleado en
la industria siderúrgica que en aquellos años se comenzó a desarrollar en
Asturias.
En 1903 se producen las primeras
filtraciones de agua de mar a la mina, lo que provoca que en 1905 se abandone
su explotación, trasladándose las instalaciones a San Juan de Nieva.
Hoy rehabilitado, en el conjunto histórico
industrial de Arnao destacan el edificio del Casino, las chimeneas, el Castillete del pozo
de la mina y sus edificios anexos, el Túnel de la playa y decenas de
edificaciones, tanto de las instalaciones de la mina, como de las antiguas
viviendas de los trabajadores construidas por la empresa.
Y el túnel, que se construyó en 1855 para
unir la mina y el Puerto de Avilés por ferrocarril, se
convirtió durante la noche en uno de los protagonistas del Festival.
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