El sábado me desperté con la silueta de La Recouvrance navegando por delante de Doniños rumbo al puerto de Ferrol.
Esta preciosa goleta, de 42 metros de eslora, fue construida en 1990 como réplica de un buque francés de principios del siglo XIX. En su día fue empleado, gracias a su rapidez en la navegación, como barco de correo y para el control del comercio de Francia con África y las Antillas. Toma su nombre de un barrio del puerto de Brest, en la Bretaña francesa, donde tiene su base. A bordo, sólo 5 tripulantes dominando sus 450 metros cuadrados de vela.
Estará en Ferrol hasta el día 6 de septiembre, y a través de su página, y me imagino que también a bordo, se puede concretar una visita o incluso una ruta. De hecho hoy me contaron que lo vieron rumbo a Camariñas.
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