Hace ya 4 años, tras editar el
libro que repasaba los 20 primeros años de la historia del Pantín Classic, y en
el que se incluía un artículo sobre los orígenes del surf en Galicia, me di
cuenta que había muchas historias de aquellos años que eran desconocidas para
la gran mayoria de los surfistas gallegos, sobre todo para los que como yo
empezamos en esto del surf a finales de la década de los noventa. Fui
consciente en ese momento de que si esas historias no se recogían ahora,
empezarían a perderse, a olvidarse, guardadas únicamente en la memoria de las
familias que protagonizaron aquellos años.
El arranque del trabajo fue
relativamente sencillo. A algunos de los protagonistas ya los conocía, y de
ellos había escuchado buena parte de la historia. Pero también sabía que
posiblemente quedase todavía mucho por descubrir. Vacíos que poco a poco había
que ir cubriendo. Lo que no me podía imaginar era que pasados estos 4 años aún
tenga la sensación de no haber recorrido ni la mitad del camino que cubre
aquellos años. A medida que he ido conociendo y entrevistando a los
protagonistas, han aparecido nuevas figuras y datos relevantes que no figuraban
en los relatos escritos hasta le fecha. Estos descubrimientos me han hecho
entender que completar el trabajo necesita paciencia y calma, para que estas
historias tengan tiempo de ir aflorando.
Uno de esos “nuevos”
protagonistas es Luis Bericua, del que hasta hace dos años no sabía de su
existencia, y al que Jose “Queimarán” me descubrió en una de sus charlas. Luis
no fue sólo junto a Jose y Vari Caramés uno de los propietarios del bar
O’Patacón, centro del mundo cultural de la ciudad de A Coruña en la década de
los ochenta, sino que el asturiano también descubrió a los surfistas coruñeses
muchos de los secretos de la técnica del surf.
Descubierto el personaje el
siguiente paso fue localizarlo. Todos sabían que vivía en Asturias, pero
pasados los años se había perdido el contacto. Pero gracias a Internet, pude
finalmente contactar con él.
E Internet ha sido el medio a
través del cual nos hemos comunicado en el último año, sobre todo en el último
mes y medio, en el que Luis ha establecido conmigo una dinámica muy
interesante. Cada día, a eso de las siete y media de la mañana, y casi al
unísono que los boletines australianos del Sprout Daily que me llegan al correo,
he recibido un mail de Luis con tres fotos en blanco y negro con su comentario
correspondiente. Imágenes de Sabón, Santa Cristina, Valdoviño, Doniños, …, y de
sus amigos Rufino, Vari, Jose, Juan, Maso, …, compañeros de baños y aventuras.
Y del mismo modo, y a la espera
de un posible encuentro, la entrevista fue también a través de Internet.
“Hola Jesús. Acabo de leer el artículo que
escribiste sobre Jose. ¡¡Joder que
viejo soy!!. Leyendo el artículo se me asomaron las lagriminas y se me puso la
carne de gallina. ¡¡Qué buenísimos recuerdos!!
Pues que sepas que es
recíproco. La verdad Luis es que con todo el mundo con el que he hablado sobre
vosotros, todos, guardan un grandísimo recuerdo.
Y yo de ellos y de
aquellos años.
Continuará .....
Continuará .....
Esas fotos son un tesoro! Me ha encantado, eso era un "way of life" y no lo de ahora...
ResponderEliminarimpaciente de ver la siguiente parte!
Chaoo!
Sin duda que son un tesoro, y también una suerte el que Luis las haya conservado también.
EliminarJoder, joder, sin palabras, gracias.
ResponderEliminarBonitas historias y espectaculares fotos. Si a mi me gustan no me quiero imaginar a los que forman parte de ellas.
ResponderEliminarEstoy deseando ver todas esas historias juntas, menudo trabajo!!!
Al comienzo de este vídeo se ve mi barrio San Roque de Afuera y Labañou. Me gustaría información sobre la manera de compartirlas. Gracias de antemano.
ResponderEliminarMe encantó todo lo que vi. Me trajo muchos recuerdos de gente conocida y querida para mi.
Saludos y salud.
Hola Geluco,
EliminarPuedes copiar el enlace a la entrada del blog, o insertar el video desde vimeo. Un saludo y me alegro que te proporcione eses recuerdos.
Un saludo,