HISTORIAS. Otra realidad.

Siento especial predilección por este tipo de fotografías. Si bien muestran momentos en los que yo estaba presente, ya que fui quién hizo las fotos, cuando las veo en casa, a través del ordenador, observo una realidad que no es exactamente la que percibí. Esta sensación extraña se puede deber a que nuestra vista no es capaz de apreciar las cosas con la visión con la que lo hace el objetivo de la cámara, que tiene esa capacidad para desenfocar lo más próximo y lo más lejano, concentrando toda su intención en un lugar intermedio. 

Me imagino que habrá a algunos a los que estas fotos no les digan nada, pero cuando la luz es la precisa, y la superficie del mar adopta esta textura, no puedo evitar entrar con la cámara y capturar nuevas imágenes que, después en casa, me muestran esta otra realidad, en ocasiones, mucho más atractiva que la real.