Como responsable de la organización de la limpieza, una de mis funciones es la de escribir la crónica de la jornada. Creo que siempre he sido objetivo en mi evaluación, incluso cuando nuestro poder de convocatoria ha sido un fracaso total. Pero de cualquiera de las maneras, se trata de mi opinión, que tal vez pueda estar contaminada por ser precisamente el "organizador". Tenía curiosidad por conocer qué lleva a un voluntario a acudir a una limpieza y cuál es su visión desde dentro, así que cuando este año, poco antes de empezar, invité a Leticia Martínez, socia del club, amiga, y periodista de profesión, a escribir una crónica "alternativa" a la "oficial", supe que ésta sería una buena oportunidad para tener esta visión.
También suelo hacer fotos, aunque nunca les dedico el tiempo necesario. Me da cierto reparo que mientras los demás están trabajando, yo esté haciendo fotos. Pero sé también que es algo necesario, ya que el testimonio gráfico es muy importante. Así que cuando Lucía Díaz me preguntó unos días antes si sería posible el que se acercase con su cámara para, además de ayudar en la limpieza, sacar unas fotos, no pude más que exclamar que ¡¡¡sí!!!.
Y para terminar la rueda de colaboraciones, y cuando ya estábamos reunidos para la foto final, apareció Juan Riera para inmortalizar el momento como es debido.
Tras las fotos de Lucia, y de la grupo de Juan, os dejo ahora con la crónica de Leticia.
Inquieta saber que cada segundo se vierten en los mares 206 kilos de residuos plásticos. Materiales que nunca se degradarán, que contaminan los océanos y que, además, producen numerosos daños en los animales marinos. Resulta evidente que es necesario crear conciencia social sobre la responsabilidad que, como consumidores, tenemos respecto a la contaminación de los mares y que es necesario contribuir a retirar esos residuos de los espacios naturales porque ése no es su sitio.
Ya han pasado 20 años desde el nacimiento de las Ocean Iniciatives organizadas por la Surfrider Fundation Europe y 16 desde que el Océano Surf Club aporta su granito de arena a través de limpiezas en la playa de Doniños. Es evidente que sigue habiendo mucho trabajo que hacer pero resulta alentador comprobar que, quedada tras quedada, el compromiso aumenta y que cada vez más personas participan en esta acción social.
A nivel europeo se estima que cada año colaboran voluntariamente 60.000 personas de 17 países. En Doniños, el sábado por la mañana, fuimos cerca de 40. Niños, jóvenes y mayores que decidimos participar en una acción pequeña que forma parte de un programa de conciencia social más amplio con el que se intenta conseguir un cambio en el marco legislativo europeo.
Fueron dos horas intensas, en las que el sol se dejó ver en algunos instantes, que estuvieron cargadas de compromiso, buen rollo y reflexión sobre cómo estamos cuidando un mundo del que no somos dueños. Hubo tiempo para encontrar cosas curiosas, como peines, chanclas o cepillos de dientes, y aunque no pudimos limpiar toda la zona, sí conseguimos trasladar en las cajas de cartón muchos residuos plásticos que ya no volverán a irrumpir en el ecosistema.
Si bien es cierto que una de las motivaciones que nos lleva a participar como voluntarios es contribuir con nuestras acciones a la limpieza del medio ambiente, no podemos olvidarnos de que nuestros hábitos de consumo inciden directamente en su cuidado. Y es que todos, diariamente, podemos colaborar de forma individual y todos los días son buenos para llevar a cabo nuestra “particular limpieza de playas”. ¿Te unes a nosotros?
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