No suele ser muy frecuente el poder coger olas en el Pedrido, pero hacerlo en pleno mes de agosto entra dentro de lo muy poco probable. Así que el otro día, con una previsión que anunciaba que el mar sería suficiente para la ría de Betanzos, decidimos arriesgar, y en lugar de buscar un baño en las playas habituales, probar en el Pedrido.
Cuando llegamos el paisaje era muy distinto al que estamos acostumbrados a ver en invierno. Hacía sol, incluso calor. Había gente en la playa tomando el sol, bañándose y pescando. Por sus caras muchos parecían sorprendidos al vernos llegar con las tablas. En el agua, éramos los únicos con longboard, pero también ¡¡había gente en tabla corta!!, piraguas y varios sups.
Llegamos un poco tarde, de hecho solo cogimos olas decentes la primera media hora. Después apenas llegaban a romper, y aunque la pared era suficiente para poder cogerla, solamente nos permitía deslizarnos.
Mientras esperaba a que los demás saliesen, aproveché para hacer unas fotos a la casa con mejor vista de las olas. Lo había intentado en ocasiones interiores, pero la fuerte corriente enseguida me desplazaba sacándome del encuadre. Ese día fue distinto, y en unas aguas con más calma de la habitual, logré retratarla como quería.
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