13.3.16

CITAS. Limpieza de playa. Doniños 19 de marzo.


Han pasado ya 16 años desde la primera vez que organizamos una limpieza de playa. La verdad es que hace ya mucho tiempo, pero al igual que entonces, creo que este tipo de acciones siguen siendo totalmente necesarias. De hecho hoy lo creo si cabe aún con más convicción. ¿Y por qué? Porque la presencia de residuos en el mar, fundamentalmente plástico, no se ha reducido, sino más bien todo lo contrario. Se cree que 15 millones de toneladas de plástico se vierten a los océanos cada año. De esa cantidad, 270.000 toneladas acaban flotando en el mar, en forma de 5 billones de trozos de plástico (el resto, el 98%, es decir la inmensa mayoría, acaba depositándose en el fondo). Esos billones de trozos, debido a la acción del sol, el oleaje, ..., se están convirtiendo en otros trozos cada vez más pequeños, tan diminutos que acaban incorporándose a nuestra cadena alimentaria a través de la pesca, con unos efectos, en forma de enfermedades, cuyo alcance se desconoce hoy en día. Mi convicción también ha aumentado porque en todo este tiempo he tomado conciencia de la verdadera dimensión del problema. Hace 16 años, cuando organizamos aquella primera limpieza, mi impulso era simplemente el de ir a limpiar para lograr que la playa quedase limpia. Hoy sé que ese objetivo, independientemente de algunos cambios que se han logrado a nivel local, además de ser una utopía, era un objetivo equivocado. El real, que es el que hoy me mueve, es la necesidad de colaborar en el proceso global de toma de conciencia que muchas organizaciones han iniciado, con el objetivo de que se conozca la situación para así lograr que las cosas cambien.

Hace unos días, Vicente me preguntaba en su programa de radio que había cambiado en todos estos años, y aunque en aquel momento mi respuesta solo recogió aspectos positivos, sé que lo que realmente se está imponiendo son los negativos. 

Entre los positivos, como comenté aquel día, está el que en la actualidad existe una conciencia mucho más grande sobre el problema, no solo a nivel ciudadano, sino también a nivel político, como demuestra el que en los últimos años se hayan aprobado leyes encaminadas a reducir la presencia del plástico en el océano. Muestra de que ese trabajo de concienciación está siendo efectivo es que casi todo el mundo, sobre todos aquellos que vivimos cerca del mar, somos conocedores de la problemática, y el tema ya se trata en colegios, institutos, ..., incluso de ciudades del interior, lo que es fundamental para llegar a una solución, que sólo es posible a través de la educación. 

Pero la realidad es que los cambios negativos son los que predominan. La presencia de plástico en los océanos es cada vez mayor. No solo porque cada vez consumamos más y los gestionemos aún mal, sino porque, y debido a su persistencia, la cantidad de plástico en el mares no deja de aumentar. La producción de plástico se ha multiplicado por cien desde 1964, y de mantenerse el ritmo actual de producción, en el año 2050 se cuadruplicará con respecto a la cifra actual. De todo ese plástico, se estima que el 32% termina en los océanos. De no tomarse medidas, se habla de que en el año 2050 habrá en los océanos más cantidad de plástico que peces.

Las pruebas evidentes de esta situación la podemos encontrar cualquier día en cualquier tramo de nuestra costa. Hoy por la mañana, mientras esperaba a que bajase la marea, fui a dar una vuelta por la playa. Como es habitual, la línea hasta donde había llegado la marea llena, había quedado marcada por los residuos. La línea era especialmente clara ayer, como si alguien hubiese depositado allí aquellos objetos, perfectamente limpios y colocados sobre la arena. Como siempre predominaba el plástico, en forma de fragmentos. Partes de una botella, tal vez una caja, que con la acción del sol, se había roto en varios pedazos. Casi ninguno de los objetos de plástico conservaba su forma original. Como suelo hacer, recogí los más grandes, del tamaño de mi mano. Comprobé que muchos se había convertido en elementos frágiles, que rompían con facilidad a poco que los torsionase. Pero los había también más pequeños. Algunos tan diminutos que casi costaba verlos, perfectamente integrados en la arena, como si fuesen un grano más.

Tal vez hoy sea más consciente del problema que hace 16 años. También sé que de modo individual poco es lo que podemos hacer cada uno de nosotros. Pero la realidad es que en nosotros está la solución. En el modo en cómo consumimos, evitando por ejemplo, en la medida de los posible, los embalajes de plástico. En cómo gestionamos nuestra basura, no tirando nada directamente al medio natural o seleccionando la basura en nuestras casas. Pero también pasando a la acción a través de pequeñas acciones como la limpieza que organizaremos el Océano Surf Club el próximo sábado, día 19 de marzo, a partir de las 11:30, en la playa de Doniños. Será nuestra 17 campaña de primavera de limpieza de playas. 

Puedes consultar más información sobre las Iniciativas Océano, y sobre otras limpiezas que se organicen cerca de tu casa, pulsando AQUÍ.

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