HISTORIAS. La limpieza tras los ojos del fotógrafo.

Durante las limpiezas apenas tengo tiempo para hacer fotos. Durante la primera hora me dedico a recibir a los participantes, a entregarles el material, y a explicarles, sobre todo a los que vienen por primera vez, algunas sencillas pautas a seguir durante la limpieza. La verdad es que me gustaría estar recogiendo con los demás, pero ésta es una labor que como organizador es importante realizar, para así lograr que todo el mundo se sienta bien recibido y parte de un grupo que, esa mañana, se ha reunido para limpiar la playa. 

Con la limpieza ya lanzada, y con la gente desperdigada por toda la playa, tampoco tiene sentido el que me vaya a limpiar a una zona en concreto, así que normalmente ayudó en el transporte de los últimos metros de las cajas y sacos, y a atender a todo aquello que necesiten los voluntarios. También a intercambiar opiniones e información sobre lo que se van encontrando y que muchas veces les sorprende. En esos momentos, a veces, saco alguna foto, aunque la verdad es que me da un poco de apuro ver el esfuerzo de la gente con una carga normalmente pesada y no ayudar, por lo que las fotos las hago a toda prisa sin apenas pararme.

Ya hacia el final, intento recorrer toda la playa para avisar a la gente de que la limpieza está a punto de terminar. Mientras camino de un lado a otro hago también alguna foto, aunque lo normal es que me una al transporte de algún objeto pesado que alguien ha encontrado en algún lado (este año fue la tubería, el pasado el bidón, ...).

Y así termina la limpieza. Tras dos horas en la playa apenas he hecho fotos. Sí algunas que sirven para documentar mínimamente lo ocurrido, pero que por lo general son malas. Y eso que esta labor de documentar la limpieza es fundamental para lograr que la difusión de nuestra acción trascienda más allá de la playa. Para ello no es sólo importante contar después lo ocurrido, sino también tener un buen material visual que muestre el trabajo realizado de un modo claro.

Por eso, el tener entre nuestros habituales colaboradores al fotógrafo Eloy Taboada, es todo un honor y una suerte. Ayer tan pronto como lo vi le pregunté: "¿harás fotos?". Y él, equipado con su Leica, lo que significa que está en modo "amante de la fotografía" (dejando apartada por unas horas su faceta de fotógrafo profesional), retrató todo aquello que es capaz de ver a través de su cámara. 

Esta es una selección de algunas de las excelentes fotos que hizo ayer.

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