En el último mes ha bajado considerablemente la producción del blog. Y es que buena parte de mis "esfuerzos redactores" han estado centrados en el Museo del Surf. Mi ofrecimiento de revisar el contenido de los paneles, me ha llevado a sumergirme, hasta ahora, en la historia del surf desde el año 1.000 a.C. hasta 1969, en un trabajo que ha absorbido durante estos días buena parte de mis pensamientos.
Si giro ahora mismo mi cabeza hacia el sillón de la sala, me puedo encontrar con todos los números de Glide (¡qué gran revista!), The History of Surfing de Matt Warshaw, The Next Wave de Nick Carroll, El Crucero del Snark de Jack London, algún Surfer's Journal o el libro de fotografías de Leroy Grannys. También algún 3sesenta, el libro de Daniel Esparza sobre la historia del surf en España y todos los libros de Taschen publicados con el título Surfing. Otros los he guardado en la estantería para poder mantener un cierto orden y que el sillón mantenga su función. En internet he encontrado también un montón de información, y tras muchas consultas, es realmente destacable la versión web de The Encyclopedia of Surfing de Matt Warshaw, una verdadera cueva del tesoro que no para de crecer y crecer. Aunque no tan bien presentada, la australiana The Surf Seach es si cabe aún más completa.
Así que durante estas semanas estoy disfrutando un montón leyendo los escritos de los navegantes británicos que a finales del siglo XVIII visitaron la Polinesia y sus variadas descripciones sobre el surf. Pero también sobre todo el proceso de evolución de las formas y materiales en la construcción de las tablas, o sobre los grandes hitos en música, cine, fotografía, literatura o pintura, y sus diferentes interrelaciones, que dieron forma a lo que hoy conocemos como cultura surf.
Tengo la sensación que es un trabajo difícil de completar, y más cuando dispones de poco espacio para recogerlo todo. De momento llevo 18 páginas escritas, y queda ahora por delante la labor de recortar para quedarse sólo con lo esencial y más relevante. Podía pensar que es una pena haber escrito todo este material para después descartar más de tres cuartas partes del mismo, pero no se me ocurriría otra manera de hacerlo. Seguro que en algún lugar encontraré el espacio en el que poder reproducir el texto al completo.
De entre los libros que descansan en el sillón, destaca el último editado por Taschen, EL LIBRO, que por sus dimensiones, volumen, encuadernación y calidad de sus textos y fotografías, se merece sin duda ese título, con todas sus letras mayúsculas. Pesa tanto como un longboard, y aunque sus dimensiones no sean las de éste, difícilmente tendrá cabida en una estantería normal. Aún no lo he terminado de leer y ver con todo detalle, pero si te apasiona la historia del surf, y te gusta el arte y la fotografía, sin duda vale el esfuerzo económico. Absolutamente recomendable.
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