Llevamos ya una semana sin prácticamente olas. Me imagino que lo esperable de un mes como el de Agosto.
Menos mal que existen "aparatos" que miden más de 8 pies que permiten, cuando el mar está mínimo, seguir disfrutando en el agua.
Con un 9 pies bajo tu cuerpo todo cambia. Se rema diferente. Se pasan las olas diferente. Se gira diferente. Es volver a empezar. Y la falta de olas se compensa con la motivación por aprender a utilizar y dominar estas máquinas.
En esas estamos estos días. Hoy nueva sesión. Y así hasta el jueves, cuando parece que de nuevo vuelve a entrar el mar.
Con tan poco mar, y una marea bien baja, la playa te permite tomar fotografías desde puntos de vista diferentes a los normales sin entrar con cámara acuática.
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