8.10.09

HISTORIAS. El increible sonido de la vida.


Medianoche. Había bajado a dar una vuelta tras estar toda la tarde trabajando en el libro. Tras varias horas ante el ordenador necesitaba un poco de aire fresco para ordenar pensamientos.

En esas andaba cuando de vuelta a casa vi un contenedor de basura rodeado por la policía municipal. Estaba vacío. En su interior, algún desaprensivo acabada de tirar una bolsa de plástico con ocho o nueve cachorritos de perro recién nacidos. La madre, desposeída de su camada, había logrado escapar y encontrar a su prole. No sé como había logrado saltar al interior del contenedor. Tras romper la bolsa que los envolvía, y permitir la entrada de aire fresco, las crías más avezadas ya se habían amorrado a un pezón.

De la improvisada “nursería” brotaba el sonido increíble de la vida. Eché un vistazo maravillado ante el espectáculo de una madre ayudando a sus crías, una por una, a encontrar el camino. Era el acto de amor más grande que había visto en años, y el primero bajo focos policiales.

Subí a casa, puse el disco “Cease To Begin” de Band Of Horses y sonó “No One’s Gonna Love You”. Escalofriante.

Basado en la crítica del disco “Cease To Begin” de Band Of Horses escrita por David S. Mordoh y publicada en el número 257 de la revista Rockdelux (Diciembre de 2007).

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