4.2.10

HISTORIAS. La gota que colma el vaso.

El gobierno de Israel acaba de admitir que utilizó fósforo blanco en los bombardeos sobre Gaza de hace un año. El fósforo blanco, cuyo uso está totalmente prohibido contra civiles, provoca horribles quemaduras, contamina los órganos vitales y puede causar la muerte.

La noticia, que sin embargo el ejército israelí niega, no supone una sorpresa. Organizaciones como Amnistía Internacional ya habían denunciado repetidamente el uso de esta sustancia ilegal en los bombardeos de enero de 2009 en Gaza, alertando de que su empleo en zonas densamente pobladas constituye un “crimen de guerra”. 

La última ofensiva israelí, en respuesta al lanzamiento de cohetes por grupos armados palestinos, dejó 1.400 muertos en el lado palestino y 13 en Israel. No es casualidad que la mayoría de las víctimas fueran hombres, mujeres y niños que no tenían nada que ver con la contienda: los ataques israelíes fueron desproporcionados e indiscriminados.

La destrucción de las infraestructuras palestinas también fue descomunal: cientos de fábricas, escuelas, hospitales y viviendas arrasadas o dañadas severamente.

Desde que entró en vigor el bloqueo de Gaza, en junio de 2007, los cinco pasos fronterizos bajo control israelí entre Gaza e Israel o Cisjordania han permanecido cerrados. Este cierre impide todo movimiento de entrada y salida de palestinos, salvo en un reducido número de casos humanitarios excepcionales.

 Hoy 1,4 millones de palestinos viven atrapados en la extrema pobreza, con el suministro de agua racionada. Israel debe respetar los derechos humanos de la población, incluido el derecho a la salud, a la educación, al trabajo y a un nivel de vida digno, lo cual incluye el derecho a la alimentación y a una vivienda adecuada.

Desde aquí tienes una oportunidad para pedir a las autoridades israelíes que levanten el bloqueo sobre Gaza.

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