Una de las cosas que más satisfacciones y alegrías me genera es el proceso de crear, el mecanismo de, a partir de una idea, construir algo, bien sea un texto, una fotografía o por ejemplo un muro (que es un proyecto en el que llevamos embarcados desde hace casi un año y del que un día os hablaré). Hasta en cortar la hierba encuentro esa satisfacción, cuando al terminar, y a una cierta distancia, observo un campo bien cortado y acabado, ni demasiado perfecto, ni demasiado irregular.
Esa sensación de satisfacción a la que me lleva el proceso creativo, la vengo experimentando desde que era pequeño: siempre he encontrado mayor goce en imaginar y montar el juego que en jugarlo. Experimentar cómo una idea, con la mente puesta a trabajar y el paso del tiempo, se va convirtiendo en algo que se llena de contenido y sentido. Como un puzzle, en el que a medida que avanzas, todas las piezas van encajando, mostrándose ante tus ojos, poco a poco, lo que estás construyendo.
Y ese placer no sólo lo obtengo con las creaciones propias, sino también con las de los demás: me pasa con la música, con las fotos de mi amigo Eloy, con el cine, durante la lectura de un buen texto, ...
La semana pasada tuve otro de esos momentos de alegría, cuando al abrir el buzón encontré un sobre grande y acolchado. Dentro estaba la conclusión de una idea, la inspiración de varias personas, que con su envío me transmitían y compartían su satisfacción. Muchas gracias a LCDLA por compartir vuestra creatividad con nosotros.
The seaweed drying hut fanzine #0 from Ion on Vimeo.
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