Erkowit es una ciudad sudanesa situada a 100 kilómetros al Sur de Port Sudán, en las colinas del Mar Rojo. Me imagino que se tratará de una ciudad normal, como otra cualquiera, sin motivos especiales para ser conocida más allá de su entorno, y menos a miles de kilometros y en otro océano. Sin embargo el nombre de esta ciudad es conocido en Galicia. Un buque con este nombre protagonizó, hace 40 años, otro capítulo más de nuestra trágica historia de naufragios.
El 30 de octubre de 1970 el carguero sudanés Erkowit navegaba a 12 millas de cabo Vilán. Había partido hacía algunos días desde Londres y su destino era la capital de Senegal, Dakar. En sus bodegas, entre otros productos, transportaba principalmente bidones de un pesticida denominado Dieldrin, aunque en un principio, y cuando se produjo el hundimiento-varamiento, nadie sabía qué transportaba exactamente.
El Erkowit navegaba frente a la Costa da Morte cuando fue abordado, al parecer a causa de la intensa niebla y la escasa visibilidad, por otro carguero, el alemán Dortmund. Del choque, el buque sudanés fue el más perjudicado. Inmediatamente y desde Coruña, zarpó en su ayuda el remolcador Rotesand que, tras hacer firme el cabo de remolque, condujo al carguero a la ensenada que forman la Punta Fiaiteira y la punta Porto Cobo en Santa Cruz-Oleiros, en el interior de la Ría de A Coruña y frente a la playa de Bastiagueiro. Allí quedó varado el buque el día 31 de octubre. Se intentaron taponar las varias vías de agua que tenía en el casco, sobre todo en su costado de estribor, pero el mal tiempo complicó la operación. Uno de los buceadores de la Armada que se afanaba en la reparación murió durante los trabajos.
Finalmente, y a las pocas horas, el barco se hundió, con todo lo que transportaba en sus bodegas: 10 toneladas de pesticidas altamente tóxicos, contenidos en bidones, que se esparcieron rápidamente por las aguas de la ría.
Muchos de estos bidones llegaron a la costa donde, aplicando la "ley no escrita" según la cual todo aquello que el mar trae hasta la costa pertenece al que lo encuentra, fueron recogidos por los habitantes del lugar que pensaban que los bidones contenían harina. Afortunadamente al conocerse el "abordaje" saltó la alarma rápidamente y los medios de comunicación propagaron la alerta, evitándose que el contenido de los bidones se llegase a vender o a emplear en la fabricación de pan.
El marisqueo y la pesca estuvieron prohibidos en la ría durante casi todo un año, y el vertido supuso el fin de las bateas de mejillones que hasta la fecha poblaban la ría.
Finalmente los restos del buque fueron desguazados.
Bastiagueiro 1972. Surfeando con las bateas de mejillones al fondo.
Este naufragio, y el hundimiento semanas antes del pesquero “La Isla” a sólo unos 100 metros de la Torre de Hércules, y en el que murieron 14 de sus tripulantes, propulsaron la creación de la sección de la Cruz Roja del Mar, y provocaron el encuentro entre Carlos Bremón y Miguel Camarero, quien así lo recuerda:
“Los naufragios del Isla y el Erkowit, en el otoño de 1970, nos sorprendieron a los tres, Félix Cueto, Gonzalo Viana y yo, surfeando en el Orzán y Bastiagueiro, ajenos a la tragedia que conmovió a la ciudad. Aquellos naufragios provocaron la reactivación de la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos, que se transformó en una sección de la Cruz Roja. Para entrenar a los que nos habíamos presentado como voluntarios, y de paso tratar de vender sus estupendas embarcaciones, los británicos de la RNLI enviaron dos embarcaciones que permanecieron con su tripulación más de un año en nuestro puerto. En esas prácticas tuve la suerte de conocer a Carlos Bremón. Un día de mal tiempo, mientras estábamos embarcados en el veloz y modernísimo prototipo, corrimos con la embarcación una rompiente y salió el tema del surf. Carlos me contó que tenía en “usufructo” una tabla todavía más grande que la Bilbo de Félix que veníamos utilizando”.
Este encuentro cambió para siempre el desarrollo del surf en Galicia.
Pertenecía a la dotación del guarda-pescas SÁLVORA por aquellas fechas. Viví todo: su hundimiento, el rescate del buzo de la Armada, Sr. Roldán, la vigilancia, etc. Fueron días duros para la dotación. Al mando del guarda-pescas estaban dos buenos oficiales: El comandande don José Milán Diez y el Segundo, don Jaime Blanco Maciñeira. Precisamente, en estos días estoy repasando mi Diario de aquella época para presentarme el próximo año a los Premios Virgen del Carmen.
ResponderEliminarUn saludo.
Miguel Ángel Rodríguez Pérez (ex cabo 2º artillero).
Hola Miguel Ángel,
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Personalmente es un honor que alguien como tú, que vivió los acontecimientos en vivo, comentes en mi blog.
Si puedo ayudarte en algo, no dudes en contar conmigo.
Un saludo,
Jesús
Ni idea de que hubiese bateas en Bastiagueiro... Mi padre me habló del Erkowit. Yo con 3 años ni me acuerdo. Soy biólogo y no he visto ni un estudio sobre el dieldrin (pesticida que parece transportaba) ni sobre sus efectos ni en fauna ni en personas en la zona... Saludos. Andrés.
ResponderEliminarSe publicó un estudio muy interesante, al año siguiente a la catástrofe, sobre los efectos del vertido:
ResponderEliminarContenido en Dieldrín de pescados, moluscos y aguas de las Rías de La Coruña, Betanzos- Ares y El Ferrol
J. SIMAL LOZANO, J.M. CREUS VIDAL, A.CHARRO ARIAS, A.BOADO SEXTO, R.DÍAZ GONZÁLEZ, D.VILAS TOJO
Anales de Bromatología, Volumen: XXIII (1)Páginas, inicial: 1 final: 34 Fecha: 1971 01/1971
Por cierto, si alguien está interesado, dispongo a la venta de la placa en bronce (38x25 cm, 4,5 kg) que el erkowit portaba en el puente (figura el nombre Uljanik, pero su nº y año de construcción coinciden con lo apuntado en el registro del astillero de Pula, identificándolo como el erkowit). Mi teléfono 654234543
Existe un error en la noticia.
ResponderEliminarEl barco portaba Dieldrin en bidones, pero la harina venía en sacos corrientes de yute, no en bidones y no daba lugar a confusiones, como pone la noticia.
Yo servía en esos momentos en la Comandancia Militar de Marina de La Coruña, cuyo comandante era el Capitán de Navío D. Francisco Bastarreche del Carre.
Hasta yo, que servia en telecomunicaciones (el telex), por no estar ese día de guardia me enviaron también a controlar la situación.
Al llegar nos encontramos con multitud de vecinos, que iban sacando los sacos de harina y los ponián en montones, donde habia grupos de hasta unos sesenta sacos, en alguno de ellos, que ya consideraban suyos, mientras iban a buscar más, que venian flotando.
Mientras otros familiares, los iban transportando en tractores para sus casas. cuando llegamos, había una media docena de tractores, transportando para sus hogares, sacos de harina.
Curiosamente a pesar de venir flotando los sacos y estar mojados, solo se humedecian uno o dos cm proximos al exterior del saco y el resto de la harina estaba en buenas condiciones completamente seca. Es como si formase un engrudo aislante, con el agua que impedia su penetración al interior.
Los bidones no se encontaban en la playa, salvo alguno aislado, pues la mayoría, se encontraron posteriormente en el fondo del mar. Muy pocos llegaron a la costa, en un primer momento y venian rotulados con la palabra dieldrin y veneno.
Fueron muchos los camiones que se pasaron días y días transportando los mejillones contaminados para ser enterrados en una fosa en tierra.
Como curiosidad, otra cosa que llegaba en gran cantidad flotando a la playa eran unos envases de cartón que contenian cepillos de dientes a decenas de millares.
Era tal la ansiedad de la gente por coger cosas que las mujeres se metian vestidas en el agua hasta el pecho para cogerlas y el agua no estaba precisamente caliente.
Hubo que poner orden, no sin cierta dificultad y parar todo aquello.
Se que hubo posteriormente mas de una intoxicación de de cerdos en la zona, por comer exceso de harina de trigo.
Esta fue una anecdota simpatica.
La triste fue un día, pocas semanas antes de licenciarnos, que inopinadamente, el propio Comandante de Marina, entró pálido y con el rostro demudado en nuestra oficina de telecomunicaciones, cosa que no hacia nunca y nos dijo a mi hermano y a mi que estabamos de guardia, simplemente estas palablas: "Acaba de caer el avion de Madrid y no se sabe todavía, si cayo en tierra o en el mar". Se trataba del desgrciado acidente de Alvedro.
Saludos
Muchísimas gracias Carlos por tu extenso comentario. Adaptaré el contenido de la entrada a todo lo que nos cuentas. Muchísimas gracias de nuevo. Un abrazo,
EliminarJesús
El barco por transportar carga general, y llevar en sus bodegas, unas cinco o seis mil toneladas de carga, (calculando por el tamaño de su foto), la cantidad de Dieldrin (10 TM) era insignificante, pues llevaba otro tipo de cosas.
ResponderEliminarEn principio no se conocía lo que transportaba pues no se encontraba el manifiesto de carga. Pasaron bastantes días en que estuvo varado y no salía nada, hasta que el mal tiempo, abrió más la vía de agua y comenzaron a salir otras cosas. La alarma saltó cuando empezaron a verse los bidones de Dieldrin.
Transportaba aparte de la harina, mucho tipo de vehículos nuevos que se sacaron del buque, tanto coches como camiones, de doble tracción y fueron depositados en una parte del muelle de La Coruña y cuya vigilancia correspondía a la Comandancia de Marina.
Los encargados de la vigilancia del buque, en el mar, mientras estuvo varado, para contar la verdad, desguazaron todo lo de valor, o que sirviera del puente de mando, para su venta, rueda de timón, aparatos, placas etc.
No puedo afirmar que fueran ellos directamente, pero el silogismo es claro: “O abandonaste la guardia, o dejaste pasar al enemigo, en ambos casos eres reo de muerte”.
No creo que la placa de bronce que quiere vender JLCG, apareciera flotando, si era de bronce, salvo que algún buzo la encontrara en el fondo del mar pero suelen ir bien sujetas……….
En lo depositado en tierra, cuando pasaron unos meses, se hicieron todo tipo de desmanes, se sacaron diferenciales a camiones, transmisiones, embragues, cajas de cambios etc etc.
Yo por mi destino en la Comandancia en telecomunicaciones y salvamentos marítimos, nunca tuve que montar guardia en el muelle por la noche ni por el día.
Y por mi destino, al cargo de la centralita telefónica, el telex y la emisora, estaba enterado de lo que pasaba y los consiguientes trapicheos.
Así acabó la historia de la mayoría de la carga que llevaba
El famoso Erkowit arruinó totalmente el negocio de mi padre.Tenía unas cuantas bateas con bastantes empleados,para la cría del mejillón e incluso de ostras.Cuando se hundió el barco,le obligaron a deshacerse de todas ellas enterrándolas en una zona alejada.De un día para otro se quedó sin su principal negocio y los empleados todos a la calle,pero todos cobraron su respectiva indemnización,mi padre era un empresario de los que actualmente no existen.Tardó casi 20 años en cobrar una mísera indemnización.
ResponderEliminarBuenas noches,alguno de ustedes me puede enviar las características del barco,muchas gracias
ResponderEliminareste es mi correo: pc22cangas@yahoo.es
No se olviden del tabaco.mantequilla.unas planchas enormes de caucho etv.etc
ResponderEliminarAdemás !! Recuerdo que mis abuelos eran mariscadores en la Ría y bajaba con ellos mientras trabajaban, durante días las mujeres llenando los mandiles de lo que iba quedando con la marea. Uno de las cosas a añadir fueron ..... Pastillas dejabon !Recuerdo que pase años bañándome con esas malditas pasillas, que olían a suavizante. Lo del tabaco también era alucinante, un recuerdo de nuestra historia costera. Saludos
ResponderEliminarTe recomiendo la entrada revisitada, con el texto más completo.
Eliminarhttp://desdelacroa.blogspot.com/2018/01/el-erkowit-revisitado.html
Muchas gracias por tu comentario!!!