28.8.10

HISTORIAS. Objetivos comunicantes.


Hoy y mañana seguro que van a ser días de llenazo total en Pantín. Buen tiempo, un gallego en cuartos de final y olas las suficientes para hacer el campeonato. Las previsiones incluso mejoran para mañana por la tarde, con lo cual posiblemente en la final podramos disfrutar de hasta buenas olas.

Todo parece indicar por tanto que hoy y mañana volveremos a ver imágenes como las de principios de los noventa, con una playa de Pantín llena de espectadores. Un mundo lleno de variedad y movimiento, que ya hace 19 años el fotógrafo Vari Caramés supo reflejar muy bien en un texto publicado en la revista de la edición de aquel año 1991.

Texto original por Vari Caramés. Fotos 1, 2 y 4 de Fernando Muñoz (Surfer Rule). Foto 3 de Paul Sarge. Año 1991.

Click Clack

Como un espectador más, observo lo que está sucediendo en la playa. Llevo encima mi vieja Nikon con un objetivo de focal corta. Me enfrasco totalmente en el acontecimiento. Oigo continuos click, clacks por toda la playa y, ante la imposibilidad de tomar alguna foto visible de maniobras en el agua por falta de un potente teleobjetivo, decido divertirme mezclándome entre la enorme avalancha de curiosos, espectadores, fotógrafos y cámaras que hay en la playa. Intento sorprenderlos, cazarlos como a través de sus objetivos, en un extraño ejercicio de “objetivos comunicantes”. La espectación crece paulatinamente, la curiosidad va en aumento, y con ello, la fantástica mezcolanza de personajes entra en juego. El esenario, como no, la playa de Pantín.

Personajes entre perplejos y alucinados. Me encanta ver a los paisanos de las aldeas próximas disfrutando de lo lindo, mezclados con niños, perros, surfers, visitantes, locales, extranjeros, … El meztizaje como fórmula social de convivencia me parece fenomenal, y además, muy creativo.

Click Clack

Gente que viene y va, saludos, sonrisas, charla en los chiringuitos, ¡qué tíos!, ¡qué nivel! Algunos hacen números viendo tablas a buen precio y soñando como andarían con ellas. ¿Seguro que como su anterior propietario ..? Otros curiosean las clasificaciones en los paneles informativos.


Un surfista sale a la orilla después de haber “machacado” su ola. Recoge el invento y la tabla. Sale corriendo como 200 metros hacia la salida junto a las rocas para que la corriente alivie su esfuerzo hasta alcanzar la próxima ola. ¡Es demasiado! Otro repite la misma operación. El oleaje está fuerte. De repente se escucha un ¡¡guauu!! en toda la playa. Otro surfista acaba de hacer un reentry espectacular en ua ola de casi 3 metros Aplausos. Me froto los ojos. Casi no me lo creo.

Acaba la final. Comentarios, grupos, gestos de admiración, descanso. Estoy más cansado que muchos de los participantes, pero lo mío es de emoción.

La entrega de trofeos es hermosa. Gaitas, camadería, alguna lágrima y un premio a la deportividad a un surfista (Jonathan Owen) por haber ayudado a otro (Pablo Postigo). Esto es elegancia. Hay también abrazos y besos, trofeos, premios, en fin …

Un año más. Otra edición del Pantín Classic.

Click Clack

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