Tres grados marcaba tan sólo hoy el termómetro del coche antes de entrar al agua. Con el traje puesto ya en la orilla, y aunque las condiciones no eran las mejores, lo peor que podíamos hacer era volvernos a casa sin haberlo por lo menos intentado.
Desafortunadamente la mañana de hoy no era la de ayer. Ayer en cuanto salió el sol se notó la subida de temperatura, pero hoy el cielo tenía pinta de que se iba a poner muy negro en pocos minutos. De hecho enseguida se puso a llover. La luz desapareció y todo el color de la mañana se transformó en blanco y negro. Era el momento de volver a casa y entrar en calor.
Bonitas fotos, señor.
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