Ayer de vuelta a casa tras el trabajo, me preguntaba cuantas veces habría hecho en mi vida el trayecto Ferrol-Doniños, Doniños-Ferrol, y sobre todo el tramo de carretera que une Balón y Montecuruto, y por el que paso un montón de veces no sólo cuando voy a la oficina, sino también cuando me toca visita a las obras. Recorrer tantas y tantas veces esta carretera, hace que en ocasiones la mente se introduzca en un estado de semiinconsciencia, en el que el trayecto se hace en modo automático. Seguro que siempre cambio de marcha en los mismos sitios, freno antes de esa curva, y acelero en esa recta, siguiendo a cada paso las instrucciones de las señales situadas al borde de la carretera, y que de modo continuo, me están dando órdenes: ceda el paso, cruce de A Malata, ceda el paso otra vez, stop, … Algo así como viajar con el piloto automático puesto aunque totalmente concentrado en ello.
En esas andaba yo hoy al mediodía cuando una señal no habitual, colocada en el camión que llevaba delante, interrumpió mi rutina: TRANSPORTE ANIMALES VIVOS. Acostrumbrado a leer mensajes publicitarios del tipo “Beba Coca-Cola”, esta orden me dejó pensativo. ¿Transportar animales vivos?. ¿Para qué?. ¿Será una nueva campaña para promocionar el transporte colectivo?
Miré por el espejo retrovisor y vi que Kiko venía detrás con su coche. Una buena señal de que en Doniños habría olas.
The Beach es la respuesta...
ResponderEliminarAunque tb te puede pasar con la carretera de la Coruña cuando pillas moza en Arteixo....Saludos e boas ondas