El fin es el mismo, o parecido. Pero su mecánica totalmente diferente. O al menos así me lo parece.
Acostumbrado a buscar en el mar las series, o las olas que entran de una determinada manera para cogerlas, para él la búsqueda consiste en otra cosa, y no se muy bien en que. Observa. Parece que se decide. Se para. Y de pronto, sin que nada lo anuncie, emprende una enérgica carrera hacia el mar con su tabla en las manos. La lanza, buscando que se deslice sobre la lámina de agua que hay en la orilla, y a toda velocidad se sube a ella dirigiéndose hacia la ola que se forma. Gira. Se cae. Sale por los aires. Se levanta. Y así una y otra vez. Desafiando al frío, al viento y a los golpes. Sacando aprovecho a aquello a lo que nosotros no prestamos no atención. Pero disfrutando tanto o más.
Qué buena descripción del skim. A ver si este verano me ánimo, que a falta de pan, buenas son tortas.
ResponderEliminarMe da miedo eso del Skim
ResponderEliminarEn los States es otra modalidad màs, increible lo que hacen...