Veo olas. Cuando por el motivo que sea uno no se puede acercar al mar todo lo que quisiera, la imaginación le lleva a buscarlas donde sea. Tal y como nos contaba Miguel Camarero ya hace unos meses en el blog "un observador objetivo vería nuestro disfrute en la observación de la mar como una obsesión enfermiza. La atracción que la mar ejerce en cualquier persona, y que se agudiza en los ribereños, se convierte en obsesión en los surfistas. Es así que hasta un badén en la carretera te puede despertar el gusanillo. Como leí de Carlos Bremón, desde que te deslizas en tu primera ola, estás tocado; desde ese momento ya no puedes evitar cada vez que ves una ola, calcular su inclinación, el punto suficiente de pendiente, la salida a izquierdas o derechas, como volver a entrar, las corrientes, mareas, ….Has entrado en un mundo sin dimensiones, o mejor dicho, en un mundo en el que las dimensiones dependen de tu imaginación. Dicho con pompa científica, has caído en el universo del movimiento ondulatorio: surfeas olas en los rápidos de los ríos en Canadá; coges las que rompen en la bancada de hielo de los grandes Bancos; remas las inmensas olas de la mar de leva en un tifón al sudeste del Japón; acompañas a los delfines en la ola de proa, y a las ballenas corriéndolas en un luminoso temporal en Sudáfrica; te sumerges en los perfectos tubos que una pedrada provoca en la orilla de un charco".
Es así que en días helados como estos, resulta imposible no imaginar esta foto tomada en la expedición que llevó a Scott hasta el Polo Sur, un tubo perfecto. Y es que el mundo está lleno de olas imposibles, esperando a ser descubiertas por nuestra imaginación. Y para imaginación la de los responsables de este blog, sin duda unos grandes buscadores.
Y continuando con olas y lugares imposibles hoy he descubierto esta página de título "océanos no preconcebidos". Estoy si que es frío y motivación para surfear.
Espectacular la foto. El video ni te cuento, me quedo con la imagen del 02:24 del colega con toda la cara y el hielo, tremendo... La verdad me pregunto si vale la pena tanto sufrimiento, no se...
ResponderEliminarSaludos y buena semana!
La verdad es que tienen mucho mérito, pues tampoco es que las olas sean muy buenas. De hecho, e independientemente de la temperatura, de estar las condiciones aquí así, no creo que nadie fuese al agua.
ResponderEliminarNos tendríamos que ver en su lugar. Viviendo allí, y si no hay otra cosa, seguro que más de uno íbamos al agua.
Un saludo