9.4.12

HISTORIAS. El jabalí.



Fue un baño corto. La verdad es que tenía que haber bajado antes, pero acababa de subir de la playa y no me imaginé que la marea se pusiese bien tan pronto. Al menos me dio tiempo a coger dos de las buenas antes de que entrase la corriente, y fastidiase la ola.

Cuando salíamos del agua nos cruzamos con Ángel y Pablo que iban al agua. Aunque apenas quedaba luz, y tras cambiarme, me quedé a hacerles algunas fotos, esperando a la luz buena de después de la puesta. Sin embargo unas inoportunas nubes lo oscurecieron todo. 

Cuando ya estaba a punto de irme un señor pasó por delante de mí con su perro. El perro me ladró. Me imaginé que sería por resultarle extraño al tener la capucha puesta y la cámara. El señor se dirigió hablando hacia mí pero, con el ruido del viento no le lograba entender, así que me acerqué cinco o seis pasos.

-¡¡Tienes un jabalí a dos metros de ti!!. 

Me giré y efectivamente allí estaba, en el mismo lugar en el que estaba sacando las fotos y mirando al mar como yo.

Intenté enfocarlo con la cámara pero salió corriendo. 

Fui detrás de él, pero cuando lo volví a ver ya estaba demasiado lejos como para poder fotografiarlo con nitidez. Tras darse unas vueltas por las dunas, se dirigió hacia el lago y se perdió entre la maleza.







9 comentarios:

  1. ¡Coño, un jabalí! Aquí lo más que tenemos en las playas son toros.

    Las fotos movidas dan dramatismo y tensión a la escena. Mejor así.

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    1. La pena fue que alguien no nos hiciese una foto al jabalí y a mi mirando los dos el mar. El señor comentó que me estuvo oliendo, y yo sin enterarme. La verdad es que mejor así, porque me llego a girar y verlo tan cerca, y me hubiese llevado un susto de muerte!!!

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  2. ¡Que bueno! Pues a mi las fotos me estaban recordando a esos supuestos avistamiento del famoso Big Foot... Esta demostrado, siempre es bueno tener la camara cerca, un saludo!

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  3. Estoy de acuerdo con Víctor, buenas imágenes. Tiene que imponer verlo de cerca, a mí nunca me ha pasado y me gustaría, claro que el susto tiene que ser importante. Salu2.

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    1. Antes los había visto de cerca, pero no con tanta luz y sin una valla de por medio. Por la noche muchas veces vienen hasta casa, y no es ya la primera vez que los tenemos que espantar tirándoles piedras ante su actitud un tanto violenta, con bufidos y otros ruidos. Creo que en la oscuridad parecen aún más grandes. De todos modos encontrártelo de frente impone, aunque éste estaba en plan pacífico.

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  4. Disfrutando de las olas, como tú...

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  5. Igual que a Carol que lo tuvo durante unos segundos mirándole y casi en el mismo lugar. Cuando gritó, salió corriendo a cien por hora. No sabía que corrían tanto! Imposible escapar de ellos si van a por ti.

    Eloy

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