El de ayer posiblemente vaya a ser el último TEMPORAL de esta temporada. Y si lo pongo con mayúsculas es porque hasta el verano seguro que alguno más caerá, pero ya no tan fuerte como éste.
La verdad es que la previsión para la tarde de ayer prometía, con olas de más 8 metros en alta mar. Y es que los temporales de primavera, los que ya nadie se espera, no sé porque son en ocasiones mucho más energéticos y espectaculares que los del invierno.
Tenía todo preparado, esperando unas condiciones similares a las del año pasado: la cámara, el chubasquero, la ropa de agua, ..., pero a mitad de camino decidí darme la vuelta. La luz era muy pobre, el mar no estaba tan grande, el viento lo destrozaba todo y estaba empapado. Además, tanta sal en el ambiente seguro que no es buena para la cámara. Así que antes de llegar a Lobadiz me di la vuelta. En otra ocasión será.
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