El otro día las reuní a todas.
Y la verdad es que son unas cuantas.
Algunas ya no funcionan,
pero las guardo en agradecimiento por lo que me han hecho disfrutar.
Las hay modernas y antiguas.
Con alguna no he llegado a hacer ninguna foto.
Con otra un solo carrete.
A una le he dado varias veces la vuelta al contador.
La más pequeña cayó desde una estantería tras el primer revelado.
Otra la compré en un mercadillo.
Algunas me las han regalado.
Otras son compartidas.
Las hay analógicas y digitales.
Con pilas y sin pilas.
De carrete, de tarjeta o de cartucho.
Acuáticas y "terrestres".
Y no serán las únicas.
Sé que vendrán más.
Cada una con su propia historia
y sus fotos.
Muy original el post Chus, y vaya colección!! Supongo que la arena y el salitre han tenido bastante que ver en su duración...
ResponderEliminarSaludos, Juanju
Una preciosidad, gracias por compartir!
ResponderEliminarBonita colección. Me ponia de los nervios cuando le enseñabas las fotos a la gente y te las agarraban dejandolas con todos los dedos marcados... Anda que no nos puliamos pasta antes con los revelados.
ResponderEliminarUn saludo!
Evidentemente la arena y el salitre han contribuido mucho a que algunas hayan dejado de funcionar. La culpa de que otras se hayan usado poco es del paso de carrete a digital. Para un aprendriz como yo, de los del método prueba/error, eran una ruina los revelados. Pero bueno, también por culpa de lo digital estuve casi un año sin hacer fotos.
ResponderEliminarDe todos modos, las buenas, ahí que seguir sacándolas a papel para disfrutar plenamente de ellas, y sufrir cuando las cogen sin cuidado.
que bueno!!seguramente han tirado mas de una foto mitica!
ResponderEliminarsaludos
todas tienen su historia, pero sin duda la segunda por la izquierda, de la fila de abajo, es la más especial de todas. Fue la primera, y la verdad es que merece una entrada para ella sola.
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