A finales del mes de mayo viajé hasta Vigo para entrevistar a los hermanos Irisarri, a los hermanos Montenegro, a Nicolás Pita y Ángeles Vega, los primeros surfistas del Sur de Galicia. El encuentro quedó recogido en más de cuatro horas de conversación que darán lugar a una extensa e interesante entrevista que recoge lo ocurrido, en el sur de Galicia, durante los setenta y buena parte de los ochenta.
Tardaré en transcribir la entrevista unas cuantas semanas, así que os adelanto un extracto de la misma, en la que se recoge el descubrimiento, para el surf, del Pico de la playa de Patos. La entrevista se acompaña con imágenes tomadas por la familia Irisarri del Pico de Patos en el año 1982.
José Irisarri.-Todo había comenzado para nosotros unos meses antes. En el verano de 1975 nos encontramos un día en la playa con Nicolás Pita y Nacho Montenegro, compañeros de Vicente en el colegio, y que hacía años que no veíamos. Ellos, junto con Victor Montenegro y Ángeles Vega, se habían iniciado en la práctica del surf en 1969. Durante aquel verano nos dejaron sus tablas para probar.
Aunque a muchos les pueda parecer increíble hoy, no comenzamos a
surfear en el Pico de Patos. Aquello nos parecía una locura. Así que nuestros inicios en el surf fueron en la playa de Prado.
Pero en octubre de 1975 tuvo lugar un acontecimiento que de algún modo vino a cambiar muchas de las ideas que teníamos en mente sobre el mar y el surf. Recuerdo que era el mes de Octubre, pues ocurrió unas semanas antes de iniciar el curso e irme a Santiago a estudiar. Había entrado una de esas marejadas que presagian el inicio del invierno, de modo que en la playa había un maretón considerable. De repente aparecieron en la playa unos extranjeros, que resultaron ser neozelandeses, que de ruta hacia Portugal pasaron por Patos. Me llamó especialmente la atención que uno de ellos cogía las olas en drop-knee, como George Greenough. Pero lo increíble fue que no entraron a coger olas en la playa, como hasta entonces lo habíamos hecho nosotros, sino que se dirigieron directamente hacia la zona de rocas que hay a la izquierda. Para mí aquello era alucinante, como si viera marcianos entrando en el agua. Tras el baño fui a hablar con ellos para interesarme de dónde eran, y charlar un rato con surfistas de verdad.
Aquello nos pareció una anécdota, algo excepcional, la acción de unos locos, por lo que nosotros seguimos sin plantearnos entrar allí a coger olas. Hasta que dos años más tarde, en 1977, y esta vez un grupo de australianos, entraron también al Pico en lugar de a la playa.
Suso Irisarri.-Recuerdo perfectamente que era en el mes de septiembre, pues nosotros estábamos ya en Madrid preparando los exámenes. La noticia la recibimos en Madrid vía telefónica de Alberto, que visiblemente alterado nos contaba cómo unos australianos habían surfeado en un lugar que a nosotros aún nos parecía inaccesible.
-¡¡Han llegado unos extranjeros derrapando con una furgoneta. Han aparcado en la playa de los Pescadores, y se han ido a hacer surf a las rocas!!.
-¿Cómo que a las rocas?
-Si, a las rocas de Monteferro.
-Pero cómo, ¿qué van a hacer surf en la playa de los Pescadores? ¿Qué pasa con las rocas?
Alberto Irisarri.-Con el camino abierto, y la confianza de hacerlo acompañado por ellos, a los pocos días entré también al Pico.
José Irisarri.-Aquella gente era de lo más peculiar. Eran tres, y se quedaron en Patos algo más de tres meses. Nos contaron que estaban de viaje intentando dar la vuelta al mundo, una práctica muy habitual entre los jóvenes australianos antes de terminar sus carreras universitarias y adentrarse en el mundo laboral.
Verlos en el agua era una maravilla, ya que su nivel de surf era infinitamente superior al nuestro. Sólo comían pan y queso. Eran tabloneros y se pasaban todo el día en el agua. Los tres dormían con sus tablas dentro de la pequeña furgoneta Volkswagen en la que viajaban. Se colocaban alternativamente con la cabeza de uno en los pies del otro, con las tablas en el techo, y el invento amarrado al tobillo para evitar robos.
Siempre nos preguntaremos cómo alguien con su nivel de surf se quedó tanto tiempo en un sitio como éste. Posiblemente su larga estancia se debió al excelente trato que recibieron de Nicolás y Ángeles, que prácticamente los apadrinaron. De hecho los tenían a todo trapo.
Nicolás Pita.-Al parecer también fue fundamental que cuando llegaron a Patos estaban sin dinero. Una vez a la semana les dejábamos que viniesen hasta casa para ducharse, lavar la ropa, e incluso a dormir. Se puede decir que de algún modo los proahijamos. Sus nombres eran Paul, Peter, y del tercero no me acuerdo. Uno de ellos se puso enfermo, y como no tenían dinero, conseguimos que lo repatriasen de vuelta a Australia gratis en un barco de mercancías que partió desde Vigo. Pasados unos meses, y ya en casa, recuerdo que la madre nos llamó para agradecernos nuestras gestiones y atenciones.
Alberto Irisarri.-Uno de ellos tenía una maña especial con los animales. Me acuerdo que la primera vez que vino a casa, Zapa, nuestra pastora alemana, salió como una fiera al ver a un desconocido entrar en la finca. No sabemos cómo lo hizo, pero simplemente con la mirada la paró en seco, cuando casi nos imaginábamos lo peor.
Vicente Irisarri.-Las semanas que transcurrieron desde la llamada de Alberto hasta que volvimos a casa las viví con cierto nerviosismo. Se había descubierto un nuevo sitio para surfear, delante de casa, y que por las conversaciones parecía ser mucho mejor que el que hasta entonces había sido nuestro lugar de baños. Recuerdo perfectamente el primer día de olas en el que me metí allí, con la Freedom.
José Irisarri.-La izquierda tardamos aún en descubrirla. Yo fui el primero en cogerla un día de olas grandes, y recuerdo la expresión de Nicolás cuando salimos del agua. Tal era su sorpresa que consideró que aquello que acababa de hacer era algo heroico, y recuerdo perfectamente que entre sus exclamaciones me llegó a decir que era como el Duque (Duke Kahanamoku).
Vicente Irisarri.-Descubrir el Pico supuso para nosotros una rotura total de esquemas. Nos dio la oportunidad de conocer y distinguir la diferencia entre una ola que rompe sobre fondo de roca, y las que lo hacen sobre fondo de arena.
Suso Irisarri.-Se abría todo un mundo lleno de posibilidades y con condiciones cambiantes. Comenzamos a tomar conciencia de la importancia de las mareas, cuestiones que hasta entonces para nosotros no eran relevantes. La marea alta, la marea baja, pasaban a formar parte de nuestras vidas. Hasta entonces para nosotros el surf era en exclusiva en la playa y bajar las olas de frente, como una flecha en dirección a la orilla, ya que a parte de las fotografías, nunca habíamos visto a nadie ladear.
Suso Irisarri.-Se abría todo un mundo lleno de posibilidades y con condiciones cambiantes. Comenzamos a tomar conciencia de la importancia de las mareas, cuestiones que hasta entonces para nosotros no eran relevantes. La marea alta, la marea baja, pasaban a formar parte de nuestras vidas. Hasta entonces para nosotros el surf era en exclusiva en la playa y bajar las olas de frente, como una flecha en dirección a la orilla, ya que a parte de las fotografías, nunca habíamos visto a nadie ladear.
Que tal Jesus!
ResponderEliminarSiempre encuentro muy interesantes este tipo de entradas, pero esta en particular todavia mas por aquello de la proximidad. Estaba leyendo e intentaba imaginarme esas escenas y situaciones, debio de ser increible. Que lejanos quedan aquellos 70, yo en esas fechas andaba por los 7 u 8 años y todavia no conocia la zona de Patos, mi playa habitual era Samil, ya sabes, autobus, fiambrera...jeje
Muchas gracias por la labor que realizas, este tipo de recuerdos/memorias forman parte de esa historia reciente o no tanto, que en ocasiones muchos estamos deseando conocer.
Lo dicho, enhorabuena y seguimos ansisosos por las nuevas entregas, chao!
Fantástico! Q buena lectura, que bien escribes y que história tan auténtica. Gracias! C.
ResponderEliminarHola Jesús!
ResponderEliminarun pequeño lío con tanto australiano y las fechas de sus viajes, pero son apuntes menores dentro de una historia magníficamente contada. Ya puliremos esos detalles con unas cervecitas en la mesa, quizás viendo una puesta de sol en Doniños, quizás tomando una tapa de pulpo en Patos ... Buen trabajo, y mucho ánimo para lo que te resta.
Alberto "Gerry" Irisarri
pd, por cierto, la tercera ola del vídeo, después de la mía y de la de Balbi, es de Alfonso "Chonchi" Montenegro, gran surfer y mejor persona. Quizás vea esta entrada de tu blog y lea este comentario. Si así fuese, un enorme abrazo.
Será un placer compartir esas cervecitas o el pulpo. Sin duda necesitaré de vuestra ayuda, ya que la conversación dio para mucho. Hoy he terminado de transcribir la grabación. Ahora toca ordenar todo, darle forma, ... . Con el descubrimiento del Pico no me pude contener, y en cuanto lo tuve escrito, tenía que publicarlo.
EliminarMuchas gracias por las historias y las imágenes. Un abrazo,
Jesús
Hola Jesús,
ResponderEliminarIgual que todos los que han posteado por aquí, también especialmente por la proximidad, agradezco muchísimo la labor que estás haciendo, es interesantísimo leer esto para saber un poquito el "origen" de todo. Esperaremos a la historia completa. Un saludo!
Hola Jesús, te felicito por este texto y por la calidad del blog en general, me he tomado la libertad de compartir esta entrada en mi facebook, ya que me parece muy interesante y de necesaria lectura para muchos que hoy frecuentan el pico. Un saludo.
ResponderEliminarHola Carlos, me alegro que te haya gustado. El texto está para eso, para compartirlo. Te paso otro enlace que seguro que te interesa: http://desdelacroa.blogspot.com.es/2013/08/videos-el-archivo-fotografico-de-los.html Un saludo.
Eliminar