9.9.12

HISTORIAS. La crónica de la concentración.












Cualquier ocasión es buena para que unos viejos amigos se encuentren. Pero la oportunidad es todavía mejor si se produce en la playa y con unas olas de por medio.

Así lo pensó Juan Chedas hace dos años, y desde entonces y a finales de verano, organiza la denominada "Concentración de pioneros".  La de ayer fue uno de esas reuniones "numerosas" en las que no sólo se encontraron amigos, sino que también permitió que algunos surfistas se reencontrasen con sus antiguas tablas. Super tuvo entre sus manos la tabla de Juan Cortabitarte con la que empezó, y Vicente Irisarri una de las Mark Richards que pasaron por sus manos y las de sus hermanos, y que ahora es propiedad de Gonzalo Barro. Un excelente twi-fin que sólo con verlo daban ganas de cogerlo y echar a correr a por unas olas.

Tras los saludos y la foto de grupo, a la que por cierto faltó el homenajeado Tito, se fueron todos al agua. Tito es bastante reacio a actos de este tipo, y más si él es el protagonista, así que elegantemente solventó el compromiso tomándose tranquilamente un café en Coruña mientras el fotógrafo inmortalizaba el momento. Sólo cuando las cámaras estaban bien lejos, apareció por la playa.

Las condiciones en el agua no estaban para grandes exhibiciones. El mar estaba muy pequeño, así que todo el mundo remaba cualquier ondulación que levantase más de un palmo. Las maniobras más celebradas fueron varias "olas comunitarias" concluidas sin impactos de importancia, algún que otro intento fallido de Don Lurio, y un tres sesenta que se marcó Fernando Adarraga.

Y por la noche, entre bocado y bocado de churrasco y chorizos asados, fue el momento para la charla, la discusión y el recuerdo de historias pasadas, amenizado con la proyección de algunas de las fotografías tomadas por Luis Bericua entre 1975 y 1985 en la costa gallega, y en las que salían retratados muchos de los ayer presentes. Fotos del campeonato gallego concluido en Santa Cristina en 1982, pero también de Doniños, Sabón, el Orzán, ...

Como punto final se entregó el ya emblemático submarino a Roberto Fariña "Tito", quien se animó incluso, tras aclamación de los presentes, a decir unas palabras de agradecimiento.

El próximo año más.

1 comentario:

  1. Tito, un gran tipo y siempre tan fuera de norma como siempre. Tengo muy buenos recuerdos de él.

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