Por ahora la historia del Saimaasee en desdelacroa es una historia incompleta, ya que son aún muchos los datos que no hemos podido concretar. Pero con algo más de tiempo prometemos completarla.
Hace ya unos meses que Brais, el niño que aparece en las fotos, me contaba que tenía en casa unas diapositivas de cuando era pequeño al lado de un barco varado en la playa de Doniños. Evidentemente, cuando le escuché decir esto, le comenté que me encantaría verlas, ya que serían una entrada perfecta para la serie de naufragios del blog. Así que el otro día, y mientras estaba en el agua, se acercó hasta mi mochila y me dejó en una caja amarilla las diapositivas de aquel naufragio.
A los pocos días hablamos sobre ellas y sus recuerdos de aquel día. Las fotos están tomadas en el año 1992, posiblemente en el mes de Julio, en la zona de Penencia, cuando el barco ya llevaba varado en Doniños 2 o 3 días. Poco más.
Buscamos en internet, y no encontramos ningún dato del incidente, aunque sí del barco, sobre el cual descubrimos que había sido construido, para un armador griego, en los astilleros Jansen Schiffswerft de Leer, en Alemania, en el año 1982. El barco, que sigue operativo, tiene una eslora de 84 metros por 11 de manga y 2 de calado.
En la actualidad ya no se llama Saimaasee, nombre con el que nació en honor al lago Saimaa, el mayor de Finlandia y el quinto más grande de Europa. Este nombre lo conservó hasta diciembre de 1992. No sé si el incidente de Doniños habrá tenido algo que ver en el cambio de denominación. Desde entonces ha tenido otros nombres como el de Saga, Sarah, Trotzanburg, Gose Racer, Jasmine, y el actual de Angelina. En el momento del naufragio su bandera era la alemana, pero ahora navega con pabellón de Togo.
A la vista de las fotos, y por el tipo de barco, parece que se trata de uno de los chatarreros que normalmente atracan en Ferrol, por lo que se puede suponer que el destino del buque fuese nuestra ciudad. Sobre las causas del incidente, lo más probable es que, antes de entrar en la Ría, el buque se quedase sin gobierno, y las corrientes, y posiblemente también la pericia del capitán, lo llevaron hasta la playa, evitando así los acantilados de Punta Lobadiz y Cabo Prioriño, que hubiesen causados grandes daños al barco. Pero también he oído alguna historia, aunque no me parece tan plausible, que dice que el capitán confundió la ensenada que forma la playa Doniños con la entrada a la Ría de Ferrol, y que cuando reaccionó, e intentó cambiar el rumbo, ya era demasiado tarde.
También me han contado que en la proa del banco, ayudadas por la acumulación de arena que se formó contra el casco, rompieron durante varios días unas olas excelentes, aunque éstas no pudieron ser surfeadas, ya que estaba prohibido el acercarse al barco desde el mar.
Tras tres o cuatro días en la playa se consiguió liberar al buque, que pudo proseguir su viaje.
Muchas gracias a la familia Abeledo por las fotos.
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