HISTORIAS. La arena.

El domingo pasado fui hasta la playa con la idea de darme un baño, pero el mar ya había bajado, y tras varios días de muy buenas olas, decidí descansar y dar una vuelta. En marea baja los fondos de la playa quedan al descubierto, y de entre las pequeñas elevaciones se puede descubrir, o al menos intuir, donde romperán mejor las olas cuando la marea suba.

A primera vista la arena de una playa puede parecer una superficie formada por una multitud de granos homogéneos, todos ellos de tamaño parecido, seleccionados por las olas y en equilibrio con la fuerza del mar. Pero de cerca, la arena puede adoptar, en un espacio pequeño, muy diferentes formas. 

Mientras hacia las fotos y pensaba sobre ésto, me acordé de unas palabras escritas por Willy Uribe que guardaba apuntadas en una de mis libretas de notas.

Sin la arena el viento no tendría la posibilidad de borrar nuestras huellas.

Sin la arena no existirían dunas ni la posibilidad de disfrutar de su silencio.

Sin la arena el cantábrico y el atlántico, y el resto de mares y océanos, no serían los mismos.

-Willy Uribe