19.10.15

HISTORIAS. Biarritz (parte 5). El Pro France.




























Cuando elegimos las fechas para viajar a Francia para nada pensamos en el Pro France. Pero ya que estábamos allí, y que la previsión parecía ser muy buena para Las Landas, decidimos pasarnos por el campeonato. En un principio estaríamos una mañana, pero ante tal espectáculo, nos quedamos el día entero. He visto un montón de campeonatos de surf, sobre todo por internet, pero ver en directo aquellas olas fue realmente impresionante: nunca antes había visto unas olas tan grandes romper de un modo tan perfecto. Viendo después en el ordenador las mismas imágenes que vi en la playa, me sorprendió la diferencia de percepción entre el directo y la retransmisión: las olas me parecían más pequeñas, los tubos menos profundos y las maniobras menos radicales. Faltaba tensión. En la playa, todo el público, entre los que me incluyo, estábamos casi en un continuo sobresalto, sobre todo por la mañana. No eran sólo las olas surfeadas en manga. Eran también las olas en baño libre, que en ocasiones arrancaban incluso más exclamaciones que las "oficiales". Pero eran también las olas que rompían solas, algunas lanzando sifones espectaculares. 

Al día siguiente de estar allí, leí en internet muchas críticas sobre la elección del pico de competición, cuando a escasos 200 metros las olas parecían más grandes e incluso más huecas. También que la gente estaba cogiendo más olas y que los tubos eran más profundos allí. No voy a discutir lo del tamaño porque era obvio, pero no es lo mismo que en un pico estén solo dos personas compitiendo entre sí, que 10 o 20 en baño libre. Evidentemente a más surfistas más posibilidades de que se cojan más olas. Pero además, el que las olas se cojan remando, en lugar de con la ayuda de una moto, marca también mucho la diferencia. Es cierto que en el baño libre los tubos más bestias fueron con remada, pero también que muchas de las olas que se cogieron fueron con la ayuda de una moto: de lo contrario algunas bajadas hubiesen sido imposibles.

De entre todo lo visto, me sorprendió el montaje de cámaras que había para retransmitir el campeonato, aunque al grabar desde un plano tan alto las olas parezcan más pequeñas en la pantalla; el papel del personal de seguridad a la entrada y salida del agua de los surfistas, sobre todo de los más conocidos (algunos de los miembros de seguridad están ya casi al nivel de popularidad de algunas de las estrellas del tour); la cantidad de españoles que había entre el público, casi tantos como franceses, o más, y lo enterada que estaba la gente de lo que ocurría en el agua  (salvo una minoría, todo el mundo estaba en la playa para ver el campeonato); y el espectáculo de las motos (si no era ya suficiente con los surfistas, el ver las motos en esas condiciones, ayudando a los surfistas a remontar, recogíendolos tras una caída, resultaba también muy espectacular).

Y de entre los pros, no vimos ni a Kelly Slater, ni a John John, ni a Dane Reynolds, ni a Owen Wright, ni a Julian Wilson. Adriano no paraba de firmar autógrafos. Joel Parkinson parecía desmotivado. Jadson Andre en cambio parecía estar en todos lados (si ganó a Miguel Pupo no fue por coger mejores olas, sino por coger más olas). A Fanning lo vimos entrar al agua y surfear tres olas sin forzar, sólo para estirar un poco. Matt Wilkinson parecía de goma. Medina nos sorprendió con dos aéreos increíbles en una misma ola al final del día. Y mi imaginación me llevó a ver a Tom Carroll bajándose la ola más grande del día en el pico siguiente al siguiente del de competición (¿sería él?). 

1 comentario:

  1. boas ondas, dende logo parecen moito mais grandes que na retrasmicion en directo da páxina da wsl.

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