Hay días en los que entras al agua y en enseguida te das cuenta que no vale la pena perder el tiempo haciendo fotos. Puede ser cuestión de la luz, del lugar, de cómo rompen las olas, o incluso de la gente que está en el agua. Pero este día nada tuvieron que ver las condiciones "fotográficas". Las olas rompían tan bien que remontando parecía una pérdida de tiempo injustificada el pararse, sacar la cámara y dejar durante unos momentos de remar. Lo decidí a los pocos minutos de entrar. Tras la cuarta o quinta ola.
De las pocas fotos que hice, esta secuencia de Luis fue la única que valió la pena. Aún así, y de toda la serie, dos fotos están mal encuadradas. Viéndolas ahora, esos desencuadres creo que reflejan lo que en aquellos momentos debía de estar pasando por mi mente: hoy toca coger olas.
boa secuencia. Esto é en Doniños con marea chea?Agora que teño clases pola tarde de novo faise chungo ir a praia
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