30.3.18

Bells. 1970.


Estos días se está celebrado en Australia la 57 edición del campeonato de Bells Beach. La edición de este año está marcada por la retirada de Mick Fanning, que ha hecho coincidir el fin de su carrera deportiva con la prueba de Bells, campeonato en el que ganó su primer evento CT.

Los 57 años del campeonato han dado para una gran cantidad de anécdotas y grandes momentos que forman parte de la historia del surf, entre ellos la celebración del campeonato del mundo de surf de 1970.

La celebración de la quinta edición del campeonato del mundo en Bells Beach, supuso el punto de ruptura definitivo de lo que entonces había sido el “surf“ impulsado por la industria. La revolución de la tabla corta había roto con el monopolio de los grandes talleres de fabricación de tablas, que fueron reemplazados por una red de shapers más creativos y experimentales que trabajaban en pequeños talleres y garajes, y que tenían un trato más cercano y personal con sus “clientes”. Las tablas se convirtieron de algún modo en el medio de expresión de la filosofía del momento. Es en esta época cuando cambia la imagen que la sociedad tenía de los surfistas. La percepción socialmente “perfecta” aunque inconformista, hasta entonces vendida por la industria, se vino abajo.

A los surfistas que participaron de este proceso dejaron de interesarles las competiciones. A pesar de ello, muchos viajaron hasta Australia para participar en el campeonato del mundo de 1970. En un principio el evento se iba a celebrar en Central Coast, en un spot llamado "Foresters". Pero, tal y como había sucedido dos años antes en Puerto Rico, semanas antes del campeonato los organizadores lo cambiaron de ubicación y lo trasladaron a Bells Beach, con tan mala suerte que las fechas del campeonato coincidieron con una tormenta de viento, lluvia, granizo y malas olas, procedente de la Antártida, que duró 2 semanas. Unas condiciones que en el momento parecieron especialmente creadas para acentuar si cabe aún más el sentimiento “anticampeonato” que había surgido.

En tierra, mientras las olas no llegaban, se vivió también otra verdadera tormenta, con continuos altercados, detenciones y abandonos. Ted Spencer, subcampeón ese año del título nacional australiano, y recién convertido a Hare Krishna, se retiró del evento dos días antes de que el campeonato comenzase. David Nuuhiwa voló de regreso a Huntington Beach después de su primera manga. Corky Carroll calificó el evento como "un fiasco completo”, y manifestó que el campeonato mundial había sido definitivamente destruido por unos organizadores ineptos. Agentes de narcóticos entraron en las habitaciones de los competidores a la búsqueda de drogas. Los surfistas venidos de zonas tropicales cayeron enfermos de gripe por las bajas temperaturas. El equipo de Estados Unidos no participó en la ceremonia de inauguración, y amenazó con boicotear el campeonato, después de que Carroll fuese suspendido tras una pelea en el bar del hotel en el que se alojaba. El desastre era total.

La victoria de Sharron Weber, en la prueba femenina, sobre la campeona mundial Margo Godfrey, fue totalmente ignorada por los medios, con la revista Surfer dedicando sólo dos frases a la final femenina. Las semifinales y final de la competición masculina se celebraron en la playa de Johanna, a 150 kilómetros al suroeste de Bells Beach. El californiano Rolf Aurness se hizo con el título, seguido de Midget Farrelly y Peter Drouyn, en la que fue tal vez la única noticia no polémica del evento. Sin embargo, Aurness renunció al premio como demostración de su descontento y de que nunca más volvería a competir. Tres de los seis finalistas no se molestaron en aparecer en la entrega de premios. Tras el evento, la revista Surfer calificó el campeonato como “la muerte de todos los campeonatos”. La mayoría de los surfistas de Australia, Hawaii y California, renunciaron a la participar en el Campeonato del Mundo, que desapareció durante una época.


Y para esos días en los que el campeonato esté "on hold", os dejamos con un repaso a la historia de Bells .

No hay comentarios:

Publicar un comentario