Ayer se conocía la noticia: Tom Curren estará este año en Pantín. Será, tras las ediciones de los años 1995 y 1997, la tercera vez que se acerque a Galicia. Sin duda todo un honor para la organización del campeonato y un placer para aquellos que tengan la fortuna de verlo surfear. Espero que sus mangas no me cuadren en horario de trabajo y poderlo ver, y no sólo porque sea un gusto observarle deslizándose sobre las olas, sino por todo lo que su figura ha representado para el surf, todo un ejemplo compromiso social y con el medioambiente.
En el libro que publicamos hace ya tres años sobre la historia del campeonato, Tom tenía su propia doble página, ilustrada por las fotos de esta entrada, tomadas por Gonzalo Cueto, y con el texto que os transcribo a continuación:
Mientras que el surf profesional se consolidada a principios de los año 80, Tom Curren, hijo de Pat Curren (uno de los protagonistas de la primera sesión en Waimea Bay en 1957), se abría camino en el surf no profesional. Rechazó en dos ocasiones, a pesar del dinero que le ofrecieron, el participar en el campeonato del mundo en 1982. Eso no le impidió sin embargo ser el surfista más famoso de los ochenta, antes incluso de ganar su primer título mundial en el año 1986. En 1987 volvió a ganar, se casó y se retiró durante un par de años. Volvió para ganar de nuevo en 1990. Su vinculación con el surf y la sociedad ha ido más allá de las revistas y campeonatos. Durante el apartheid fue enérgico en su boicot personal a Sudáfrica, en 1990 fundó Surfrider Foundation Europe, y se “atrevió” a surfear sin logotipos de patrocinadores. Tras su retirada a principios de los noventa, hoy es una figura respetada y un estilista admirado que recorre el mundo en busca de olas perfectas.
Así que si podéis no os perdáis esta oportunidad. No todo los días viene a alguna de nuestras playas una leyenda del surf.
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