29.12.10

HISTORIAS. Gaviotas (3)









Tal vez las expectativas creadas eran demasiado altas.

El día anterior también había madrugado, y durante el baño pude disfrutar de una luz increíble cuando el sol comenzó a asomarse por la cima del valle. Varias gaviotas aprovechaban el viento aparente que se generaba con el avance de las olas para planear a escasos centímetros del agua. Incluso pude ver el vuelo de una de ellas a través del tubo de una ola que rompió cerca de mí. Sin embargo había dejado la cámara en casa.

No se porqué suele pasar, pero la mayoría de los días en que me olvido la cámara ocurren ante mí cosas que me hubiese gustado fotografiar, y que sé que además nunca se volverán a repetir. Tal vez me acuerde precisamente de esas imágenes por no haber podido fotografiarlas.

Así que a la mañana siguiente volví a madrugar, pero esta vez con la cámara atada a la cremallera del traje. Sin embargo ya todo me parecía distinto. El sol apenas se descubrió. Y aunque las gaviotas volvieron a aparecer volando desde Lobadiz y las Gabeiras hacia la playa, el fotografiarlas no era nada sencillo.

Sobre la tabla, entre las olas, sin poder ver a través de la pantalla, disparaba sin encuadrar. Además las gaviotas siempre pasaban demasiado lejos y demasiado rápido, sin tiempo a que la cámara procesase la imagen entre pulsaciones del disparador. Las olas fueron un desastre ….

Tras un rato salí del agua con frío y la sensación de haber estado perdiendo el tiempo.

2 comentarios:

  1. Es mejor el recuerdo que la realidad.

    ResponderEliminar
  2. Posiblemente sea cierto, De haber sacado las fotos seguro que hoy tan sólo serían un archivo más en el ordenador. Y además la foto no hubiese podido reproducir todo.

    ResponderEliminar