Después de Imogen, el paso de Jake por nuestras costas parece que casi no se ha dejado sentir (bueno, al menos en Galicia; creo que en el País Vasco y Francia la cosa fue bien distinta). A pesar de que sus efectos se notaron sobre todo en el interior, por las fuertes lluvias y el desbordamiento de varios ríos, en la costa de Galicia las olas llegaron a superar los 10 metros. Tal vez el que los momentos más violentos del temporal tuvieron lugar durante la noche del sábado al domingo hizo que no lo percibiésemos en toda su dimensión. En punta Langosteira se llegó a medir una ola de 14,01 metros, y en Estaca de Bares la altura de ola significante llegó a los 10,43 metros. No sé si fruto del temporal, pero la boya de Cabo Vilán ha dejado de transmitir, por lo que no tenemos registros de esos días.
Los nombres de Imogen y Jake, así como el del resto de borrascas de este año, han sido consensuados por los institutos meteorológicos del Reino Unido e Irlanda, con la idea de aumentar en la población la conciencia del paso de los temporales más fuertes. De hecho el criterio es el de solo dar nombre a aquellas borrascas que se caractericen por su intensidad, siempre con vientos que superen los 90 km/h. El resto de bajas presiones que se formen, quedarán sin nombrar.
A Jake le seguirán Katie, Mary, Nigel, Orla, Phil, Rhonda, Steve, Tegan, Vera y Wilbert. Veremos hasta que letra llegamos. Todo dependerá de lo malo que sea el resto de invierno que nos queda por pasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario