22.2.16

HISTORIAS. Se acabó.














Tras el intento de hoy puedo afirmar con seguridad que se acabó. Las lluvias y los últimos temporales no le han venido nada bien a la ola, y lo que antes era una barra de arena bien colocada a lo largo de la desembocadura de un río, se ha dividido ahora en dos zonas, colocadas más al interior, y a la izquierda, que han convertido a la ola en una onda sin gracia.

Lo ocurrido es una nueva muestra de la dinámica que caracteriza a los fondos de arena, sometidos siempre a la temporalidad impuesta por las borrascas. Y aunque a veces los resultados no sean los deseados, este cambio continuo es lo que hace que, si estás atento, aún puedas surfear una buena rompiente casi en solitario durante algunas días. Y aunque a veces haya decepciones, la posibilidad de una buena sorpresa futura compensa todas las insatisfacciones.

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