Hoy he vuelto al trabajo. Las vacaciones se han acabado y con ellas mi particular viaje literario que tiene en la oficina su última parada.
La foto, con la que se inicia esta entrada, es lo más parecido que tenemos en la oficina a una sala de cartas náuticas. Una planera metálica con la cartografía de toda la costa entre Ferrol y Ribadeo. Cartas y cartas que recogen el litoral con todo detalle, identificando bajos, ensenadas, cabos, puntas, islas, playas, señales marítimas, …
Además de la planera, y por todo el edificio, cuelgan cartas náuticas de otros lugares, sobre todo de otras zonas de la costa de Galicia, aunque por ahí hay alguna de hasta un río navegable, que por la grafía, deduzco que es de un lugar de Rusia.
No dejar de ser interesante recorrer la costa con la vista e ir descubriendo lugares conocidos, otros desconocidos, y sorprenderse con el nombre de algunos accidentes topográficos. De todos, mi preferido, es el del “Bajo del Pan de Centeno”. Alguien tuvo la ocurrencia de ponerle a ese lugar, donde el fondo marino casi sale a la superficie, un nombre en honor del pan, particularmente para mí uno de los mayores manjares que existen. Sin duda un nombre bien puesto y merecido.
Pero, ¿dónde se encuentra el Bajo del Pan de Centeno?.
“Aquella sala de mapas era un templo. Techos altos, amplios ventanales arqueados y una gran mesa de madera en el centro. Adosados a las paredes laterales se extendían dos enormes armarios que contenían cientos de cajones.
-Aquí está el mundo –dijo mi amigo, extendiendo los brazos como si fuera el dueño”.
-Cuadrante Las Planas, de Willy Uribe.
Y para quien se haya perdido las anteriores paradas "De viaje por Cuadrante Las planas" en desdelacroa:
-Primera parada: Estanis y Loren tal vez vivieron en el Puerto.
-Segunda parada: ¿Qué habrá sido de los Gandiaga RIvas?
-Tercera: No tengo pulmón para bajar 8 metros.
Qué gozada leer estas Historias de Viaje, Jesús. Para mí es todo un premio que alguien se haya involucrado de este modo en Cuadrante Las Planas.
ResponderEliminarTe debo una, amigo.
Un fuerte abrazo, y otro para que sueltes sobre los tejados de Ferrol.
De deber nada Willy, la gozada fue mía: leer el libro, sumergirme en la historia e ir a estos sitios con una visión diferente a la habitual. Creo que hasta el "viaje" ha hecho que la vuelta al trabajo fuese más llevadera.
ResponderEliminarMe alegro que te hayan gustado. Un abrazo,