9.11.10

NAUFRAGIOS. El Freesia.



La historia del Freesia comenzó para mí hace 2 años.

Una tarde Juan Abeledo y Matilde me enseñaron una fotografía que Juan había hecho en el año 1947. La foto estaba tomada en Esmelle un día de temporal, y en ella, además de Matilde y una amiga, se veía al fondo la figura de un barco varado a los pies de un acantilado. El naufragio había ocurrido unos días antes, y Matilde y Juan como grandes excursionistas que son, se habían acercado a pesar del mal tiempo hasta allí para contemplar al buque antes de que el mar lo llegase a destruir.

Hace unos días, volví a ver la foto, y con el dato del año 1947 y el lugar del naufragio, busqué en el libro de Hixinio Puentes Novo, “Os naufraxios da Galicia Norte”, para comprobar si había documentado algún naufragio en esa fecha y lugar.

Enseguida encontré lo que parecía que andaba buscando. El nombre del barco era el Freelock, y la fecha de su “hundimiento” el 2 de abril de 1947, a un cuarto de milla al sur de Cabo Prior. Sin embargo, y por la foto, me costaba identificar que efectivamente la misma se hubiese tomado en Esmelle. Eran sin embargo demasiadas casualidades. Pensé que ahí terminaría mi investigación, pero antes de finalizar me aventuré a probar en internet. Entre en google y busqué poniendo como palabras clave “Freelock” y “1947”. Como cuarta entrada aparecía un link a la Wikipedia en el que se hacía referencia a un barco de nombre Freelock hundido en 1947. La entrada de la Wikipedia venía acompañada además por una fotografía de un barco cuya forma característica coincidía con el de la foto de Juan. Entre la lista de los más de 200 buques construidos de esta clase, acabé encontrando al que buscaba: el nombre de Freelock se lo habían puesto sus últimos dueños; el verdadero nombre del barco era el HMS Freesia, y esta es su historia:

A principios de los años cuarenta, durante la Segunda Guerra Mundial, la marina británica, en colaboración con los astilleros Smith’s Dock Company de Middlesbrough, desarrolló un modelo de corbeta de la cual se constuyeron unas 200 unidades bajo la denominación de clase Flower. Se trataba de navios muy marineros, cuyo diseño adoptaba las formas de un ballenero polar tipo Southern Pride.

Una de esas 200 unidades fue el HMS Freesia (K43), que se botó el 3 de octubre de 1940 en los astilleros Harland & Wolff Ltd. de Belfast, en donde se construyeron, entre otros buques, el Titanic.

Durante la Segunda Guerra Mundial el Freesia estuvo destinado en la patrulla de la costa este del continente africano, en donde, el 12 de diciembre de 1942, participó en el rescate de los 44 supervivientes del mercante inglés Empire Gull que había sido torpedeado y hundido al Oeste de Maputo, en la costa de Mozambique, por un submarino alemán. En 1946 se vendió como buque mercante bajo el nombre de Freelock al gobierno chino, junto con otros 50 barcos.



En su última travesía, el Freesia venía remolcado desde Londres por el vapor inglés Larkslock, otra corbeta también de la clase Flower (su nombre original era el HMS Lavender K60). Su destino, tras recalar en Gibraltar, era el Puerto de Shanghai, en China. El miércoles 2 abril de 1947, en medio de un temporal, el Larkslock perdió su remolque y no pudo recuperar la estacha, por lo que tuvo que abandonar al Freesia que terminó varando frente a la playa de Pena Roiba, en Covas, a un cuarto de milla al sur de Cabo Prior. El Freesia permaneció varado hasta el otoño, cuando finalmente fue desguazado.

He enviado la foto de Juan por mail al museo naval de Hungerford, cerca de Reading en el Reino Unido, de donde he sacado buena parte de la información de esta entrada, y que en el año 1946 visitó toda la tripulación del HMS Freesia. Hoy me han contestado diciéndome que incorporarán la foto a su archivo.

A quién le interese, puede encontrar más datos sobre el HMS Freesia (también llamado Freelock) y su hundimiento pulsando AQUÍ.

4 comentarios:

  1. que interesante, muy bueno; hay otro pecio en lobadiz pero creo que este era un carbonero¿?....un saludo Tocho

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  2. Hay un montón de naufragios por toda nuestra costa. Algunos muy interesantes por toda la historia que tienen detrás. Buscaré el que me cuentas.

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  3. Qué buenas historias, Jesús. Se agradecen.

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  4. Muchas gracias Willy. La verdad es que escribiendo sobre algo así, buscando y descubriendo los datos, uno disfruta también un montón. Y si además se consigue que a la gente también le interese pues doble disfrute. Seguro que cuando a Juan le cuente la historia de su foto le va a encantar.

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