24.1.12

HISTORIAS. Hispania.


"Tras años de olvido, la fábrica Hispania ha vuelto a la actualidad. Si nadie lo impide, la vieja nave de la Fábrica de Lápices tiene los días contados. (...) como historiador y vecino de Ferrol Vello no logro entender el proceso de autodestrucción hacia el que camina la ciudad, maltratando de forma sistemática su propia identidad, aquella que le ha dado sentido social, económico e histórico.
En mi opinión, lo que está en juego es mucho más que Fábrica de Lápices sí o Fábrica de Lápices no. Lo que está en juego es el modelo de ciudad que queremos para Ferrol. Si lo que se desea es una ciudad orgullosa de sus señas de identidad y, en particular, de su historia, la fábrica debería ser indultada. Pienso en un modelo de ciudad volcado en la conservación de su rico patrimonio cultural y natural, entendido no como una reliquia fósil, sino como un elemento de dinamización turística y económica
Los lápices de Hispania, esos contadores de sueños, se merecen una oportunidad."
Por Juan Luis Fenollós-Montero. El artículo entero AQUÍ.

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4 comentarios:

  1. Todo ésto de la Fábrica de Lápices es muy bonito, a todos nos gustaría que se restaurase y quedase muy bien. Pero es que resulta que la fábrica y el inmueble es propiedad privada. Y son sus dueños los que tienen que decidirlo. Sólo ellos. No nosotros, ni el Alcalde, ni el gobierno local, ni la Asociación de Vecinos. ¿O nos gustaría a nosotros que viniesen a decirnos qué podemos y qué no podemos hacer con nuestra casa?

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  2. Pues la realidad, como escribes en tu pregunta, es que ya es así. Cualquier casa, o cualquier propiedad privada, independientemente de donde se ubique, está recogida en una legislación que indica que se puede o no se puede hacer en ella (y con esto no me refiero a alturas, ocupación de la parcela, ..., las normas entran hasta en los metros cuadrados mínimo que ha de tener tu salón por ejemplo). Son precisamente esas leyes o normas las que protegen centros históricos y monumentos, que aún siendo de propiedad privada, han de ser respetados por su valor arquitectónico o histórico.

    Lo que si sería interesante y conveniente es que las administraciones, que son las protectoras de estos valores con las normas y leyes que dictan, apoyasen las obras de rehabilitación frente a las de nueva construcción, mediante ayudas y subvenciones. Entiendo que como promotores privados la mejor opción económica y segura sea la de demoler y construir de nuevo, sin elementos en dudoso estado de conservación que obstruyan la futura ordenación de la parcela. Y ahí es donde la administración, que repito debería defender la conservación de esos valores arquitectónicos e históricos, debería entrar apoyando económicamente a los promotores.

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  3. Estimado Anónimo, la propiedad privada está supeditada a lo público. No vivimos como entes individuales que no se relacionan con los demás. El propietario tiene sus derechos, claro, pero también sus deberes, uno de ellos el de velar por la integridad de su edificio, la excusa de la ruina ya no cuela.
    El valor de un lugar se hace entre todos. La res pública.

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  4. Muy buen apunte Iván. Como bien dices como individuos, o propietarios, todos tenemos derechos, pero también obligaciones, cuyo respecto y cumplimiento son fundamentales para la convivencia.

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