24.7.11

HISTORIAS. Los Antón.


Doniños. En la caseta a principios de los 80. De izquierda a derecha: Juan Chedas, Fando, José Luis Antón, Alberto Antón, Fernando Gómez y Jorge Antón.

Cuando José Luis, Alberto y Jorge Antón se iniciaron en la práctica del surf en 1977, Doniños era una playa solitaria y aislada del mundo en la que sólo unos pocos ya surfeaban sus olas. Junto con los Abeledo, crean el primer grupo de surfistas ferrolanos, al que con los años se les unirán más y más personas, y nuevas sagas. 

Comenzamos a hacer surf a finales de los 70, -explica José Luis- concretamente en el verano de 1978. Todos los hermanos siempre hemos sido muy aficionados al deporte y al mar, y cuando nos enteremos de que en Doniños había gente haciendo surf nos acercamos por allí a verlo. Aquello fue en el verano de 1977. Antes, pocas veces habíamos ido a Doniños ya que no había acceso rodado a la playa. Cuando íbamos a la playa íbamos a otros sitios: Esmelle, La Fragata, … . Pero en el momento en que supimos de la práctica del surf en Doniños, empezamos a ir asiduamente. Las primeras veces sólo a ver, hasta que un día, y gracias a la generosidad de Juan Abeledo, lo probamos. Aquel día, cuando nos dejó su tabla, no nos lo podíamos creer. ¡Era una tabla de surf! ¡Y estaba en nuestras manos! Para nosotros era como haber descubrierto un tesoro: algo precioso y misterioso a la vez. Algo sorprendente.

De hecho –continúa Alberto- el primer surfista del tengo que recuerdo es de Juan Abeledo padre, que ya en 1977 surfeaba con su tabla “La gaviota” y traje de buzo las olas de Doniños. Fue conocer a Juan con sus 60 años, su optimismo y pasión por la playa, lo que nos impulsó a investigar cómo nos podíamos hacer con una tabla de surf. Al verano siguiente, y gracias a un encuentro casual con Rufo, fabricante de tablas de A Coruña, que venía de vez en cuando a coger olas a Doniños, encargamos las dos primeras tablas que tuvimos. Medían 2,20 metros de longitud y eran réplicas de un modelo de Gordon & Smith. En 1978 José Luis tenía 18 años, yo 16 y Jorge 14 años. Nuestro hermano Fernando, aunque lo probó y siempre nos acompañaba a la playa, fue el único de los cuatro que no se enganchó.

Durante nuestro primer invierno como “surfistas”, entre 1978 y 1979, prácticamente todas las olas que se pudieron coger en Doniños fueron para nosotros. Íbamos a la playa casi todos los fines de semana, sin importarnos el tiempo que hiciese. Sin embargo tuvimos que esperar al regreso del verano para empezar a coger las primeras paredes.

EL MATERIAL.

JL: Conseguir cualquier tipo de material en aquélla época era una aventura. No como ahora. Para lograr tener una tabla un poco decente o bien te ibas a Francia o el País Vasco, o conseguías que alguien te la trajese de Sudáfrica en algún bacaladero. Ojalá entonces hubiésemos tenido las facilidades de ahora para conseguir material. Pero bueno, su falta tenía también sus ventajas: no había casi nadie en el agua, y la necesidad hizo que se nos agudizase el ingenio. La escasez de tablas, trajes, ..., hizo también que surgiese un gran sentimiento de compañerismo, ya que era muy común el compartir tablas y trajes entre nosotros con tal de ser los máximos posibles en el agua.

A: Por ejemplo, durante nuestros dos primeros años, surfeámos a pelo o con trajes de buzo modificados que nos hacían profundos cortes en las axilas; la parafina la conseguíamos en las fábricas de velas, siguiendo el ejemplo de Carlos Bremón; los inventos eran cuerdas de nylon embutidas en un tubo de goma flexible para evitar cortes y quemaduras.

JL: De la tabla de la que guardo mejor recuerdo es de aquélla tabla de Juan Abeledo que había traído su hijo en un viaje en autostop al País Vasco. Era la primera tabla de surf que veíamos en “persona”, una tabla preciosa. Si hoy la conservasen sería merecedora de mostrarse en un museo. Era sin embargo una tabla super complicada. Muy estrecha. Como no fueses muy hábil era casi imposible hacer nada con ella.

J: Como ya te comentamos antes, nuestras primeras tablas fueron unas Rufo’s que Rufino fabricó a partir de una Gordon & Smith. Era la época de las primeras Rufo´s y la verdad es que las tablas no duraron mucho tiempo, sobre todo porque el foam era de mala calidad y se hundía a poco que presionases. Prácticamente tras cada baño las teníamos que reparar. Y como nuestros conocimientos eran nulos, recurríamos a inyecciones de resina, por lo que tras cada reparación la tabla pesaba más y más. Sin embargo fueron nuestras primeras tablas y para nosotros era suficiente. Una de aquellas primeras Rufo´s la perdimos un día surfeando en San Jorge. Se rompió el invento y el mar se llevó la tabla. Nunca más supimos de ella.

LOS SURFISTAS

JL: En junio de 1979 conocíamos a Carlos Bremón, recuerdo que en un día de mucho mar. Con Vicente Irisarri coincidimos en el agua un mes más tarde a finales de julio de 1979; a ambos el trabajo les había llevado a Ferrol y con ellos pasamos ratos inigualables repartiéndonos las olas y gozando con cada izquierda que cogíamos en Doniños junto con los Abeledo, y la gente que venía de Coruña: Rufino, Tito, Vari, los hermanos Torreiro, Fernando Adarraga, que era muy bueno, …

A: Ese mismo verano, a mediados de agosto, aparecieron por Doniños Juan Chedas, los Couto, Chiri, Nano y Luis, y Fernando y Queco Gómez. Todo estaba preparado para formar el primer grupo de gente de Ferrol aficionada al surf.

Guardamos también grandes recuerdos de la aparición de los primeros extranjeros, sobre todo ingleses. De entre todos ellos dejó especial huella Douglas, que nos enseñó lo que se podía hacer con nuestras tablas y en nuestras olas. Su gran hospitalidad nos abrió las puertas de su casa entre Sopelana y Meñacoz. Y a Kefren, el brasileño, proahijado de Juan, que nos hablaba del ambiente carioca. También pasaron por aquí gente de Vigo, sobre todo de la playa de Patos, de entre ellos los hermanos de Vicente. Y un grupo de Suances, de la playa de Los Locos, y también de Bilbao, muchos marineros que venían a hacer la mili a Ferrol y que cuando llegaban a Doniños alucinaban con sus olas.

J: Alberto fue el que más viajó, y se movió por todo el cantábrico.

A: Así es. Recuerdo sobre todo lo bien que nos recibían en Gijón, Rodiles, Sopelana, Bakio, etc. Éramos los surfistas gallegos una rara avis en aquellos finales de los 70 y Galicia una nueva región por descubrir.

LOS LUGARES Y EL AMBIENTE.

A: En el verano del 78 José Luis se sacó el carnet de conducir, por lo que podíamos venir muy asiduamente a la playa.

JL: En el Doniños de aquellos años, llegar a la playa no era tan sencillo como hoy. Se llegaba en coche hasta la croa, y desde allí, hasta Outeiro, que era donde estaba Juan Abeledo en su caseta, bajábamos por un camino a pié cargados con las tablas y las bolsas. Antes de empezar a hacer surf me acuerdo que la carretera se acababa incluso antes. Con estos accesos normal que no viniese nadie a la playa. Poco a poco fueron ampliando la carretera hasta llegar a Outeiro. Más tarde se hizo la conexión a San Jorge.

A: Se puede decir que a finales de los 70 la playa, Doniños, eran Juan y Matilde. Prácticamente no había nadie más. En el Rincón, como él le llamaba, habían construido un recinto en piedra, muy bonito y acogedor, en que nos juntábamos a hablar, y donde pasaban el verano. Juan pintaba allí sus acuarelas, que aunque él no lo quiera reconocer, son de una gran calidad por su gran capacidad para reproducir en trazos aquello que veía. Tal vez no existan muchas fotos de aquella época, pero las acuarelas de Juan eran un fiel reflejo de lo que era la playa por aquel entonces.

Ese mismo año descubrimos Campelo. Llegamos un día de agosto. Rompía una izquierda perfecta que atravesaba media playa, pero ¡cómo no!, Carlos Bremón se nos había adelantado en el descubrimiento.

Los días grandes, a pesar de nuestro nivel y del material que teníamos, intentábamos también ir al agua. Me acuerdo de un día que el mar estaba bastante grande, rompiendo las series incluso en el canal de entrada pegado a las rocas. Nosotros queríamos entrar pero no había manera de hacerlo, así que decidimos saltar desde las rocas. Juan Abeledo, cuando nos vio, nos echó una bronca tremenda ya que lo que pretendíamos hacer era muy peligroso. Juan se tomaba muy en serio su labor de socorrista y la verdad es que salvó muchas vidas tanto previniendo como metiéndose a sacar a gente.

A: Desgraciadamente pasaron los años y el invierno me llevaba a Madrid, pero en Ferrol la fiebre del surf ya había arraigado. Eran los años de Bob Marley, The Police, Loquillo, Alaska, de las primeras garrafas surferas en Doniños. Años que compartimos con mucha gente, novias, amigas y amigos que venían a probar el surf. Aunque algunos al final no se convenciesen, todos compartíamos la playa, el sol y la movida que espontáneamente se creó en Ferrol gracias al surf.

Hace tiempo leí en una entrevista a Vicente Irisarri que para él el paraíso era una playa con olas perfectas, surfeando en compañía de su familia y amigos. No se me ocurre una definición mejor. 

4 comentarios:

  1. Ver y sentir en la foto de la Caseta(XELTER jeje)...la mǘsica y los amigos y leer esta hermosa historia;me ha recordado a mis inicios año (89). Nací el verano del 77 y por lo que veo en ese momento nació una forma de entender el surf y la vida.La amistad,compañerismo; un mundo de descubrimientos y curiosidad. Respeto y admiración por lo que la vida te enseña y la naturaleza te va regalando.
    Todo ha evolucionado pero hay cosas que no cambiaran y espero y deseo que sigan siendo así. Gracias por este regalo de domingo. Valorar el pasado hace que entendamos el presente. Boas ondas

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  2. Hola Jesús,

    Soy Almu. Me dice Keko, que el que pones en el pie de foto como desconocido se llama Fando.

    Saludos.

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  3. Cómo me hubiera gustado vivir aquellos tiempos, yo soy del 82.
    Gran historia.

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